lunes, 28 de septiembre de 2009

Unos PGE comprometidos con las necesidades de los ciudadanos

A falta de pocos días para que se den a conocer los próximos PGE ya se ha anunciado por parte del Gobierno de España que para 2010 se van a plantear unas cuentas públicas realistas y coherentes con la situación económica, que persiguen  impulsar la actividad económica y la creación de empleo.
Como no podía ser de otra manera en un gobierno progresista, todos los programas de inversión  se desde una perspectiva de máxima austeridad y de disminución en gastos no vinculados a la prestación de servicios esenciales, pero apostando por lo público y por las políticas sociales. Se mantendrá, e incluso se incrementará el esfuerzo inversor allí en los sectores que siguen padeciendo los principales efectos de la crisis.
El PP prefiere modelos inversores como el madrileño, que se basa en el recorte de gastos sociales, o el valenciano, que despilfarra casi millón y medio de euros en la adjudicación de un servicio relativo a "un plan de acciones de información y divulgación del Sistema Valenciano de los Servicios Sociales”, es decir: inversión en propaganda en lugar de inversión en personas dependientes. Por el contrario, el PSOE fundamenta sus presupuestos en la solidaridad y los servicios públicos: en un apoyo importante a las familias, en la igualdad de oportunidades y en políticas activas para la reinserción laboral de trabajadores en desempleo.
Los presupuestos de 2010 estarán marcados por el déficit público, lo que a algunos les hará recordar los ocho presupuestos que elaboró el Gobierno del PP.
La diferencia entre ambos gobiernos es clara: hoy atravesamos por una situación económica que los expertos consideran como la más compleja que el mundo ha conocido en varias décadas.  El Gobierno socialista continuará con su política presupuestaria ya que en época de crisis lo oportuno es mantener e incluso aumentar la protección social, y no recortarla.
Los próximos PGE pondrán el acento en la recuperación de la actividad económica, concentrando la inversión en aquellos sectores que más pueden contribuir a ello, garantizando la protección social de los más vulnerables, e incrementando el gasto en materia de desempleo, en pensiones y en dependencia.
Las políticas sociales y la llamada inversión productiva, o lo que es lo mismo, la inversión en futuro: en capital humano, en tecnología y en infraestructuras tendrán un papel destacado en los PGE de 2010.
En todas estas materias se ha visto especialmente beneficiada Almería, donde el presupuesto para el 2009, de casi 573 millones de euros, supone un aumento del 24 por ciento con respecto al de 2008, siendo la inversión por habitante un 160 por ciento superior a la media nacional, de acuerdo con un objetivo muy claro de modernización y desarrollo de la provincia que no se detiene a pesar de la crisis, y que busca, fundamentalmente, atender las necesidades de la gente, reducir el impacto de las dificultades en las familias y establecer las bases para una recuperación rápida, sólida y duradera.
Almería no va a dejar de mejorar sus infraestructuras y fortalecer su capacidad, ni los ciudadanos con menos recursos van ser los perjudicados de esta situación. 

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