lunes, 29 de noviembre de 2010

PRESERVAR LA VIDA FRENTE AL SIDA

Hace poco más de una semana, la posibilidad de que el Papa Benedicto XVI admitiera el uso del preservativo, en casos excepcionales, para evitar el contagio del sida fue ampliamente celebrado en todos los rincones del mundo como una puerta que parecía abrirse, aunque se tratara de una puerta muy estrecha y en el contexto de un libro de conversaciones. Luego llegaron las matizaciones y lo que parece ser un problema en la traducción del alemán al italiano: donde el Papa hablaba de la prostitución como ese caso excepcional, al parecer estaba refiriéndose estrictamente a la prostitución masculina, de tal manera que no se trataba de una excepción incompatible con la doctrina católica. Es decir, que esa estrecha puerta es mucho más estrecha de lo que parecía en un principio y el aparente gran paso del Vaticano un paso muy pequeño para la Humanidad.

No creo ser irrespetuoso –desde luego no es mi intención serlo- si digo que la insistencia por parte de la jerarquía de la Iglesia Católica en rechazar este método para combatir las enfermedades de transmisión sexual pone en evidencia una desconexión con la realidad que agrava el problema del sida, niega años de investigación científica y tiene como único objeto la imposición a los hombres y mujeres de un determinado y muy riguroso modelo de comportamiento sexual. Así se lo se lo hicieron saber al Papa las autoridades sanitarias mundiales cuando el año pasado afirmó en un viaje a África que los preservativos aumentaban el problema del sida.

Sin duda, África no era el lugar más oportuno para persistir en este monumental error: miles de católicos trabajan allí denodadamente para combatir una epidemia que está diezmando a la población: en el continente africano, contraer la enfermedad es prácticamente una condena de muerte.

Hacer una defensa a ultranza de la vida humana debería conllevar inevitablemente la defensa del uso preservativo o, en caso contrario, supondría una contradicción. Que los sectores más conservadores de la sociedad -también, cómo no, de la sociedad española- sigan empeñados en ir en contra de esta realidad evidente, es un síntoma de inmovilismo, de petrificación moral. Ahí está el alcalde de Valladolid, que más allá del burdo machismo con que comentó el nombramiento de Leire Pajín como nueva ministra de Sanidad, volvió a dejar traslucir cuál es la opinión de la derecha con respecto a los preservativos al decir de ella, con sarcasmo, que “era una chica que iba a repartir condones a diestro y siniestro”. Para siniestra de verdad la postura de quien, al parecer, encuentra tan descabellada la labor de facilitar a los jóvenes el acceso a métodos que eviten el contagio del sida o los embarazos no deseados.

De modo que cuando este miércoles vuelvan a asomar los lazos rojos que simbolizan la lucha mundial contra el sida y se nos recuerde que se trata de una enfermedad que ha matado en tres décadas a más de veinticinco millones de personas, una pandemia que afortunadamente parece haber estancado su avance -aunque están aumentado los casos en Europa oriental y Asia central- pero frente a la cual siguen sin recibir la medicación adecuada la mitad de los nuevos infectados; cuando se nos recuerde el dato revelador de que en España el ochenta por ciento de los contagios se producen por vía sexual, habrá ocasión también para felicitarnos o no ante la posibilidad de que la Iglesia Católica haya empezado a admitir los beneficios sanitarios del preservativo en mucho menos tiempo del que tardó en aceptar que la Tierra giraba alrededor del Sol.

Contra la violencia de género

Esta semana se han celebrado multitud de actos en memoria de las víctimas de la violencia de género y para recordar la importancia de que todos nos impliquemos en esta lucha contra los maltratadores.

El miedo de las víctimas de la violencia machista es lo que les frena a actuar para tratar de cambiar sus situaciones vitales y es, también, el que en muchas ocasiones lleva a estas mujeres a dar marcha atrás después de haber dado el paso de interponer una denuncia contra su agresor.

Este sentimiento de terror es totalmente comprensible en alguien que es constantemente amenaza, vejada, insultada, golpeada y aislada de relaciones sociales. Cualquiera se da cuenta de lo duro que ha de resultar salir de ese círculo vital.

Todos y todas tenemos que estar vigilantes y cuando detectemos un posible caso de violencia de género tratar de llegar a esa persona e informarla de que la esperanza existe, de que hay soluciones, de que las administraciones están trabajando en distintos niveles para ayudarlas a ellas y a sus familias.

El Día Internacional Contra la Violencia de Género que celebramos el 25 de noviembre ha servido también como fecha reivindicativa para hacer una llamada a las administraciones con el fin de que pongan al servicio de las víctimas más recursos.

Para ellas todos los recursos que se destinen son pocos. Pero hay que ser realistas y darnos cuenta de que lo que realmente permitirá reducir las escalofriantes cifras de muertes víctimas del machismo es la concienciación ciudadana.

Las víctimas tienen que sentirse respaldadas no sólo por la Ley, sino por la sociedad. Es más, todos tenemos la obligación moral de ayudar a las víctimas incluso cuando ellas no sean capaces por sí mismas de actuar contra sus maltratadores. Así lograremos que las cifras de muertes por violencia de género en nuestro país se reduzcan además de trabajando por la igualdad real entre hombres y mujeres.

El Gobierno Socialista ha sido y es el impulsor de las políticas de igualdad y la corresponsabilidad entre hombres y mujeres. Ha hecho que la conciliación entre la vida profesional y familiar sea también cosa de hombres, con un permiso de paternidad del que se han beneficiado más de 800.000 hombres desde 2007. Ha ampliado el derecho a la prestación por maternidad a las trabajadoras autónomas, a las situaciones de acogimiento, y lo ha ampliado en caso de parto prematuro u hospitalización del recién nacido. Ha logrado recortar la brecha salarial en cuatro puntos, con un programa de más de 10.000 inspecciones en empresas durante los años 2008 y 2009.

En cambio el Partido Popular, que no ha movido nunca un dedo por la igualdad, pretende dar lecciones de ella cuando se han opuesto sistemáticamente a cualquier avance en este terreno. El principal partido de la oposición defiende ahora leyes a las que votaron en contra y también obstaculiza su desarrollo. Las mujeres no tienen nada que agradecer al PP en materia de igualdad. Si realmente el PP apuesta por la igualdad, que comience por enseñarle al Alcalde de Valladolid y a los dirigentes que le apoyan, el debido respeto a las mujeres.

El PSOE seguirá en su apuesta radical a favor de la igualdad, atendiendo a las necesidades de las mujeres.

Y con la lealtad y corresponsabilidad de las Administraciones y de las fuerzas políticas contra el maltrato asesino, con el Poder Judicial aplicando la  Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género y con el esfuerzo y compromiso de todos y todas conseguiremos erradicar la violencia de género.


lunes, 22 de noviembre de 2010

NI UNA AGRESIÓN SIN DENUNCIA

Como cada año, en torno a la conmemoración del Día Internacional contra la Violencia de Género surgen actos públicos, llamamientos a la movilización, campañas, manifiestos, declaraciones, testimonios, artículos. Todo ello, que es empuje y toma de conciencia colectiva, tiene un denominador común: subrayar que cada día que una mujer es asesinada por el hombre con el que está, ha estado o se ha negado a estar ligada afectivamente es el Día Internacional contra la Violencia de Género; que cada vez que la mano de un hombre o su desprecio se precipitan sobre una mujer, ese hombre está vulnerando en un instante la dignidad de todas las mujeres.

Pero un año más el número de víctimas mortales es horriblemente elevado –sesenta y tres mujeres y cuatro niños cuando escribo estas líneas- , y este hecho, que por su propia condición de inconcebible pudiera mover al desaliento, es temerariamente utilizado por quienes cuestionan la necesidad de leyes en materia de igualdad o en materia de violencia machista. Entre los que así lo hacen, los hay que tampoco dudan en promover la falsa idea de que muchas de las denuncias de maltrato son inventadas o buscan otra clase de intereses, cuando los datos demuestran que esto no es en absoluto verdad. De ahí a añorar en privado aquellos tiempos en que se hablaba de “crímenes pasionales” hay apenas un paso muy pequeño.

Lo cierto es que a ese hombre dominador de puertas para adentro, posesivo, envenenado por la violencia, capaz de mantener una imagen social impecable pero al que esperan temblando en casa, a ese hombre deleznable cada vez más mujeres le dicen: basta. Pero han de ser muchas más, y denunciar, y alejarse del verdugo sabiendo que serán protegidas, y si cualquiera de nosotros tenemos conocimiento de una situación de maltrato debemos elegir entre ser cómplices por omisión o aliados de la víctima. Debemos sacarle al agresor, como señala una campaña institucional, tarjeta roja, expulsarle del terreno donde la convivencia democrática se juega con limpieza, con respeto, en condiciones de igualdad.

Lamentablemente, la supresión total de las actitudes que derivan en violencia contra la mujer no es una tarea fácil, porque vienen de muy lejos y están arraigadas en una cultura muy masculina, donde la fuerza física aún tiene en muchos rincones la última palabra, donde el amor equivale a veces a un título de propiedad, donde hombres supuestamente cultos, bien posicionados y con proyección pública siguen expresando su opinión sobre alguna mujer en particular o sobre las mujeres en general mediante comentarios espantosamente burdos, vejatorios e incluso, en alguna ocasión, de una nauseabunda zafiedad, como en el caso reciente un contertulio de Telemadrid: y aún pretenden acogerse a la libertad de expresión o a la natural ligereza de una conversación privada.

Las nuevas generaciones no pueden advertir ni un mínimo titubeo en el compromiso social contra la discriminación sexual y contra la violencia de género, sólo así podremos romper un día el círculo de horror en el que viven atrapadas muchas mujeres, en el que vivimos todos atrapados a través de su dolor y de su miedo y de su injusta falta de autoestima.

Orgullosos de ser Flamencos

El Flamenco ha sido reconocido oficialmente como un patrimonio vivo que, transmitido de generación en generación, confiere a las comunidades y grupos que lo practican un sentimiento de identidad y continuidad que se estima esencial para el respeto de la diversidad cultural y de la creatividad humana. ¡Ya era hora¡.

Me uno a la celebración de la declaración del Flamenco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Este es un gran paso no sólo para los aficionados y aficionadas al flamenco, lo es para todos los andaluces y andaluzas, que vemos reconocida la transcendencia y la proyección de nuestras raíces culturales.

Y quiero felicitar a todos los almerienses, porque una parte muy importante de nuestra cultura ha sido identificada y su importancia y proyección mundial han sido valoradas justamente.

Que un organismo como la UNESCO consagre el Flamenco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad va a servir para que muchos ciudadanos y ciudadanas pierdan sus prejuicios con respecto a este arte y, en muchos casos, con respecto a la cultura andaluza.

Frente a los ataques injustificados contra el pueblo andaluz por parte de determinados políticos que ponen de manifiesto su desprecio y su odio hacia Andalucía y su desconocimiento de nuestra tierra, a nivel internacional se nos reconoce que el Flamenco no es un tópico andaluz sino un patrimonio que merece ser preservado.

Si hoy el Flamenco es posiblemente una de las manifestaciones culturales y artísticas más conocidas en todo el mundo está claro que no es porque ningún organismo internacional lo haya promovido, es porque tiene entidad propia y capacidad para tocar el sentimiento y remover la sensibilidad de cualquier persona, con independencia de su procedencia.

La difusión del Flamenco se la debemos sobre todo a muchos artistas andaluces que han arriesgado y salido fuera de España con su arte.

El Flamenco no deja indiferente, te puede gustar o no, pero no te deja frío. No es necesario ser un experto flamencólogo para darse cuenta de el Flamenco es a la vez que una forma de arte una fuente de inspiración de creadores de disciplinas que no están vinculadas directamente con él. Con esta declaración como Patrimonio de la Humanidad muchos más artistas, y muchos más ciudadanos y ciudadanas, en general, se interesarán por el Flamenco, lo que sin duda permitirá que crezca.

Andalucía, y con ella nuestra provincia, será a partir de ahora mucho más conocida y apreciada gracias a ser cuna de grandes artistas que mantienen vivo, amplían y enriquecen cada día el arte Flamenco.

El Flamenco es parte indisoluble de la Historia de Andalucía, una seña de nuestra identidad, por tanto la declaración de la UNESCO es un triunfo colectivo de toda la sociedad andaluza.

Además el Flamenco es marca, nos representa y nos da a conocer también fuera de nuestra Comunidad y es la principal industria cultural de nuestra Comunidad. Andalucía, exporta cultura, el Flamenco es el elemento más internacional de nuestra cultura.

El PSOE al frente de la Junta de Andalucía seguirá esforzándose en difusión del Flamenco. La multiculturalidad, la tolerancia, la transmisión generacional, el reconocimiento a la tradición y el respeto a las minorías son algunos de los valores recogidos en el Flamenco y son valores progresistas.

Enhorabuena a todos y a todas.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Comprometidos con los parados jóvenes y mayores de 45 años

Las personas que tienen mayores dificultades para insertarse en el mercado laboral son los protagonistas de las nuevas iniciativas para crear empleo que ha puesto en marcha el Gobierno andaluz.

Estas actuaciones para el empleo pretenden dar asistencia personalizada a 215.000 parados en Andalucía.

Los desempleados jóvenes y los mayores de 45 años serán los principales beneficiarios de estas nuevas líneas de inserción laboral puestas en marcha por la Junta de Andalucía, poniendo de nuevo en el centro de su gestión pública la creación de empleo.

El Plan Motiva y el Plan 45 Plus son estas actuaciones específicas destinadas a lograr que los colectivos de ciudadanos y ciudadanas que más padecen el desempleo puedan encontrar un trabajo. Ambos planes, aprobados recientemente en el Consejo de Gobierno de la Junta, tienen consignada una inversión conjunta de 485 millones de euros, cantidad que da buena muestra del compromiso del Gobierno socialista andaluz con las personas que padecen el drama del desempleo.

El Partido Popular en Andalucía no deja de repetir los lamentables datos de paro que aún padecemos en nuestra Comunidad pero se queda mudo cuando llega la hora de hacer propuestas para reducir el desempleo.  Y al PP nacional, con Mariano Rajoy al frente, la única propuesta económica que le oímos es la de emular el modelo de recortes sociales y de reducción del número de empleados públicos que Cameron ha puesto en marcha en el Reino Unido.
Pues bien, frente a esto, el Gobierno de José Antonio Griñán ha aprobado un Plan Motiva con una dotación de 381 millones de euros de la que se beneficiarán 150.000 jóvenes desempleados de entre 18 y 29 años.

Este Plan de empleo joven se desarrollará en cinco ejes: uno de ellos fomentará la adquisición de competencias laborales mediante itinerarios de inserción personalizados; se dará formación remunerando con una beca de 20 euros al día la asistencia a cursos por jóvenes de entre 18 y 22 años con cargas familiares, o lo que es lo mismo con una paga mensual de 440 euros aproximadamente; los jóvenes tendrán reservadas el 50% de las contrataciones realizadas en torno a proyectos de interés general y social; se les facilitarán la realización de prácticas profesionales fuera de España; y se incrementarán hasta un 10% los incentivos a las contratación en empresas innovadoras.

Y para los desempleados de más de 45 años con más de un año en paro la Junta pondrá en marcha el Plan 45 Plus, dotado con 104 millones de euros para atender a 65.000 andaluces. A estos parados se les reorientará laboralmente a través del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) y se les dará formación específica para que puedan cubrir las demandas del mercado laboral. Para ello se creación unidades de atención en cada provincia, con las que asistir a estos ciudadanos y ciudadanas de más de 45 años. Además se incentivará el autoempleo con 5.500 euros a quienes pongan en marcha un negocio propio que genera al menos un puesto de trabajo.

La reforma del SAE para ser más eficiente en la formación y orientación de los trabajadores se inicia también con estos nuevos planes andaluces de empleo.

La meta de los Gobiernos socialistas es construir un nuevo modelo económico que logre generar más empleo y que este sea de mayor estabilidad y calidad.

SALMERÓN Y ANDALUCÍA

El avance que ha experimentado la sociedad andaluza en las tres últimas décadas probablemente no habría sido el mismo de no haber existido la España de las autonomías. Desde su constitución, en las postrimerías de la década de los 70, la Junta de Andalucía se convirtió en uno de los principales motores de desarrollo del pueblo andaluz. El papel que ha jugado el Gobierno de Andalucía en la mejora de las condiciones de vida de los andaluces y en el impulso de los valores democráticos es incuestionable, y a la vuelta de tres décadas llega el reconocimiento.

El presidente José Antonio Griñán acudió hace unos días a Alhama de Almería como representante máximo de la Junta de Andalucía para recoger el II Premio Nicolás Salmerón y Alonso, que ha recaído en el órgano de Gobierno de los andaluces. El objetivo de este premio, que lleva el nombre del alhameño más ilustre de todos los tiempos, es el reconocimiento de personas o entidades que se hayan distinguido por la defensa, promoción y realización de la ética civil, los valores democráticos, la cultura de la paz y los derechos humanos, o bien que hayan impulsado el desarrollo de los pueblos, la investigación o la puesta en práctica de programas de actuación dirigidos a promover estos valores.

La idea del Ayuntamiento de Alhama de crear el Premio Nicolás Salmerón y Alonso fue doblemente afortunada. Por un lado, el Consistorio alhameño manifestaba su decidida apuesta por la defensa de los derechos humanos y los valores democráticos. Por otro lado, prolongaba en el tiempo el homenaje a su hijo más ilustre, dando de alguna manera continuidad a los actos conmemorativos del centenario de su muerte, celebrados en 2008.

Con Nicolás Salmerón y Alonso, presidente de la I República entre el 18 de julio y el 7 de septiembre de 1873, el ejercicio de la política y la cultura alcanza las más altas cotas de dignidad. Con su negativa a firmar una sentencia de muerte, Salmerón y Alonso escribió una de las páginas más honorables de la Historia de España, y es por ello, por este aldabonazo de integridad y de anticipación democrática, por lo que se le recuerda con tanto orgullo en su tierra. Su actuación se asienta en la modernidad, en la fidelidad a unos principios y en la defensa de los derechos humanos. Por eso es un referente perdurable.

Don Nicolás Salmerón fue un adelantado a su tiempo. Entre otras cosas, asumió hasta las últimas consecuencias, en pleno siglo XIX, una verdad que en el XXI aún niegan alrededor de noventa países de todo el mundo: que quitar una vida humana no tiene nada que ver con cualquier concepto de justicia. Y más allá de aquella decisión memorable, este ilustre almeriense pretendió una regeneración política y social de España que suponía, sobre todo, una mirada moderna sobre la realidad del país; defendió apasionadamente la libertad de expresión; y, en definitiva, dejó una huella vigente en la historia del pensamiento, de las ciencias y de la cultura.

Por eso recordar su figura es una obligación moral y por eso el premio que lleva su nombre sólo habrá de recaer en quienes contribuyan a hacer Historia y a quienes la sociedad pueda recordar con orgullo cuando pase el tiempo.

lunes, 8 de noviembre de 2010

HACIA UNA CURACIÓN DE LA DIABETES

En 1921, el investigador canadiense Frederick Banting demostró que la aplicación de insulina en personas diabéticas mejoraba claramente los síntomas y consecuencias de la enfermedad. A partir de tan excepcional descubrimiento médico, la diabetes dejó de ser una afección mortal y pasó a ser controlable, y como tributo a Banting se celebra cada año, desde 1991, el Día Mundial de la Diabetes coincidiendo con la fecha de su nacimiento, 14 de noviembre.

El próximo domingo, pues, millones de personas en más de ciento sesenta países serán concienciadas nuevamente sobre una enfermedad que algunos incluyen entre las denominadas “invisibles”, por cuanto no duele, ni sus síntomas se manifiestan externamente, ni es tampoco necesario establecer medidas o protocolos que pudieran prevenir un contagio, pues la diabetes no es contagiosa. Así las cosas, los principales mensajes de las asociaciones que agrupan a los enfermos diabéticos se centran en la concienciación de su alcance –es una enfermedad en constante expansión-, las causas, los síntomas, las complicaciones, los tratamientos y la necesidad de mantener los controles pertinentes y llevar un estilo de vida saludable.

En 2006, la Asamblea General de la ONU reconoció la diabetes como una enfermedad crónica debilitante, costosa y con graves complicaciones, que supone una grave amenaza para la salud mundial. Se calcula que en España puede haber dos millones y medio de diabéticos, entre los que están diagnosticados y los que desconocen que padecen la enfermedad. Este desconocimiento es uno de los grandes problemas al que se enfrentan las sociedades, pues una detección temprana facilita el inmediato tratamiento y, gracias al control diario de los niveles de glucosa, aleja las posibilidades de que derive en complicaciones más graves.

Andalucía es desde el año 2003 un referente internacional en ésta y otras enfermedades hoy incurables, al dotarse entonces de un marco normativo que regula la investigación con células madre embrionarias. Lejano queda ya el intento por parte del Gobierno Aznar de frenar o impedir estas investigaciones, acogiéndose a razones meramente ideológicas o de naturaleza moral. Apenas siete meses después de la victoria socialista en las elecciones generales del 2004, el nuevo Gobierno aprobó un Real Decreto que abría vías a la investigación en este campo con las debidas garantías, y en 2007, mediante la Ley de Investigación Biomédica, se daba cobertura jurídica a los nuevos avances científicos.

En estos últimos años, Andalucía se ha situado a la cabeza en investigación de terapias avanzadas, con una inversión prevista de ciento cincuenta millones de euros hasta 2015 y ciento diez proyectos iniciados, de los cuales treinta se centran en células madre embrionarias. Recientemente, la Comisión Nacional de Seguimiento y Control de la Donación y Utilización de Células y Tejidos Humanos autorizó a nuestra Comunidad el desarrollo de seis nuevos proyectos, siendo el primero de ellos el denominado “Obtención de células productoras de insulina a partir de células pluripotenciales”. El Banco Andaluz de Células Madre, que fue en su momento una estructura pionera en España, ha logrado varios hitos científicos. Andalucía dispone, además, de un Plan Integral de Diabetes, y para el próximo año contará con una Ley de Transparencia en Salud que incluye un nuevo plan estratégico en investigación biomédica. Por cierto, que para este campo la dotación presupuestaria se incrementará un 3,37% con respecto al 2010.

No es posible saber en qué momento todo este gran empeño desembocará definitivamente en el objetivo que persigue, la curación de la diabetes y otras enfermedades crónicas, pero podemos asegurar que hoy estamos más cerca que ayer de conseguirlo y mañana estaremos más cerca que hoy.

Cambio de tendencia

La tasa de paro se ha reducido ligeramente en España en el tercer trimestre por primera vez desde 2007 si bien es cierto que en el mes de octubre se ha registrado un incremento del desempleo a nivel estatal, aunque la subida ha sido menor que la de hace un año.

Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), en los dos últimos trimestres la economía española ha generado 155.000 ocupados más. A esto se añade la reducción en 70.000 personas del número de desempleados en el último trimestre del año.

También se ha decrecido el número de hogares con todos sus miembros en paro y ha aumentado el número de hogares con todos sus miembros ocupados. Pese a todo, la tasa de paro sigue siendo elevada en España, en Andalucía y en Almería. Pero también es verdad que tanto la EPA como los datos de INE marcan un leve cambio de tendencia tras dos años muy difíciles.

Las cifras son especialmente alentadoras en nuestra provincia. Almería ha sido la provincia de toda España que más ha reducido la tasa de paro en el mes de octubre, aunque como decía, ni desde el Gobierno de España ni desde el PSOE, nos damos por satisfechos con las cifras actuales de desempleo.

Los socialistas seguimos trabajando, en la medida de nuestras posibilidades, por lograr la recuperación del empleo y de la economía de España. Esta tarea no cuenta con la colaboración de los responsables públicos y orgánicos del Partido Popular porque va en contra de sus intereses electorales.

Es bueno recordar a los lectores y a los señores y señoras del Partido Popular que la mayor tasa de empleo en España y la menor tasa de paro se alcanzaron en 2007 con un Gobierno socialista, el de José Luis Rodríguez Zapatero.

Tampoco se puede pasar por alto en el justo análisis de la situación social y económica de los ciudadanos y ciudadanas en España y en la valoración del trabajo gubernamental que con el PSOE el gasto social ha aumentado en 40 puntos y las personas que cobran pensiones mínimas, donde más se advierte la sensibilidad en política social, han ganado poder adquisitivo en un 27%  mientras que con el Gobierno del PP de Aznar sólo ganaron un 3%.

En cuanto al déficit público actualmente hay un 42% menos que hace un año, o lo que es lo mismo, hay 26.418 millones de euros de déficit menos que hace un año y las medidas de consolidación fiscal han supuesto que haya 4.000 millones más en las arcas públicas.

Así, se están cumpliendo las previsiones del Gobierno y con ellas la seguridad de poder hacer frente al gasto en pensiones y en el resto de prestaciones, frente a los pronósticos del Partido Popular, o quizás sus deseos, de que la Seguridad Social entraría en déficit.

También es digno de ponderar el giro hacia la derecha más reaccionaria que ha ejecutado el PP según se ha podido conocer por las declaraciones de su presidente Mariano Rajoy, afirmando que su plan de ajuste en España sería similar al de David Cameron en Reino Unido. Cameron ha impuesto a los británicos el mayor tijeretazo al Estado del Bienestar en décadas y ha suprimido 500.000 empleo públicos. Ese es el modelo que aplaude el Partido Popular para España.

Privatizar los servicios públicos es la agenda oculta que el PP defiende frente a la crisis, aunque le ha costado y le ha llevado tiempo reconocerlo abiertamente a pesar de que es el modelo que aplica donde gobierna.

El PP propone romper las reglas del Estado del Bienestar y arrebatar a los ciudadanos y ciudadanas los derechos que tanto tiempo les ha costado alcanzar.

Frente a la derecha, el PSOE propone mantener su compromiso progresista y socialista por la igualdad de oportunidades y la justicia para todos y todas.

lunes, 1 de noviembre de 2010

UNA CULTURA DE LA PAZ

En 1978, la Asamblea General de las Naciones Unidas dedicó un período extraordinario de sesiones al desarme, al término del cual se estableció que cada año, y durante una semana, los Estados subrayaran el peligro que supone la llamada carrera armamentística. Esta “Semana del Desarme” se inicia coincidiendo en el aniversario de la fundación de la ONU, el 24 de octubre, y por tanto se celebró la semana pasada, aunque me temo que no fue una noticia particularmente destacada entre tantas otras noticias, y es muy probable que una parte no desdeñable de almerienses, por ejemplo, estén conociendo esto a través, precisamente, de este artículo.

No es una conmemoración, en cualquier caso, que se dirija a los ciudadanos de manera directa, sino a los gobiernos, y en particular a aquellos que han hecho de la venta de armas uno de sus pilares económicos, países ricos o en vías de serlo, como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia o China, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, responsables nada menos que del ochenta y ocho por ciento de las exportaciones de armas convencionales.

La venta de armas, legal o clandestinamente, es, no descubro nada, un gran negocio, un negocio macabro y proclive a generar zonas oscuras de intermediación y soborno, pero negocio al fin. Las cifras que se refieren no ya a los grandes artefactos bélicos, sino a las llamadas armas ligeras, son estremecedoras: cada año se fabrican dos balas y media por cada uno de los seis mil cuatrocientos millones de personas que habitamos el planeta, y un arma por cada diez. Casi la mitad de las muertes violentas que estas armas y sus municiones provocan en el mundo ocurren en lugares donde no hay guerra, y, en líneas generales, los países más gravemente afectados por ese clima de miedo (africanos, asiáticos y latinoamericanos, fundamentalmente) ven cómo la sensación de inseguridad hace que la demanda de armas sea mayor, que el dinero que podría usarse en educación o sanidad se destine al comercio de ellas y que el turismo desaparezca.

El viernes pasado tuve la ocasión de asistir en Lanzarote a la celebración social de la que ya era una excelente iniciativa política, y que consiste, básicamente, en apostar por la paz como vehículo de desarrollo económico. El origen de esta Jornada, en la que también estuvieron personalidades como el presidente del Senado, Javier Rojo, y el ex-director general de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza, es una moción presentada por el senador socialista Marcos Hernández en la que se pide al Gobierno la creación en Canarias de una primera Zona Internacional para la Cultura de Paz y Derechos Humanos, y que se introduzca esta figura novedosa en el ámbito de las Naciones Unidas y en el Consejo de Europa. En definitiva, la cultura de la paz como valor añadido a una oferta turística. Es, a mi juicio, una gran idea.

Dijo Erasmo de Rótterdam que “la paz consiste, en gran parte, en el hecho de desearla con toda el alma”. No hay mayor aspiración del ser humano.

Servicio público, sostenibilidad y recuperación económica

Cumplir con las exigencias europeas de reducción de la deuda pública ha llevado a la inmensa mayoría de las administraciones en España a plantear unos presupuestos para 2011 con una inversión más reducida.

 La Junta de Andalucía también se ha sumado a esta apuesta por la austeridad priorizando en sus presupuestos unas materias frente a otras. Así, en el borrador de Presupuestos de la Comunidad el Gobierno andaluz ha planteado unas cuentas con la misma columna vertebral que el Gobierno central, centrando el esfuerzo inversor en áreas que ayudan en la salida de la crisis y en el mantenimiento de las prestaciones sociales.

Las características de la economía andaluza y de nuestro tejido laboral y social han determinado también el destino de las inversiones del Gobierno de Pepe Griñán. Los Presupuestos para 2011 que ha planteado la Junta, cuya inversión global asciende más 31.682 millones, dedican más de tres de cada cuatro euros a mantener las políticas sociales. En concreto a la  educación se destinan 7.485 millones de euros, un 1,3% más que en 2010. En esta línea también destaca la partida dedicada a sanidad, de 9.390 millones de euros que suponen uno de cada tres euros de inversión.

Otro asunto que el Gobierno andaluz ha querido reforzar en a inversión son las pensiones no contributivas, que se complementará con una aportación de la Junta del 2%. Andalucía tiene un elevado número de personas que cobran este tipo de pensión por no haber estado dadas de alta y cotizando a la Seguridad Social. El Gobierno andaluz, consciente de ello, y de que este tipo de pensiones son de las más bajas, ha querido seguir incrementando las rentas de estos pensionistas a los que el Gobierno central también seguirá incrementando sus retribuciones al igual que a los beneficiarios de pensiones mínimas.

En los presupuestos de la Junta de 2011 sea puesta asimismo por el modelo de la Andalucía Sostenible, para remontar las dificultades económicas y salir reforzados de estas. Contempla, entre otros, una inversión de 46,6 millones de euros para el programa de internacionalización del tejido productivo y empresarial andaluz, lo que supone un incremento de la inversión de 16,5 millones con respecto a 2010. El desarrollo de las empresas andaluzas lleva aparejado el crecimiento de la oferta y del tejido laboral de Andalucía. En los planes presupuestarios de la Junta de 2011 se prevé la creación de 24.000 empleos.

En la apuesta por la Andalucía Sostenible se aumenta en 35 millones los fondos del Programa de Desarrollo Rural de Andalucía de 2011, y se propone una inversión de 116,8 millones de euros. Y 30,1 millones serán para el fondo de apoyo a las pymes agroalimentarias, de especial relevancia en Almería.

Y como ha venido siendo habitual en la agenda política de Pepe Griñán las corporaciones locales son protagonistas también de los presupuestos de la Junta de 2011, con una inversión para la financiación incondicionada de los ayuntamientos que se duplica y alcanza 420 millones de euros y el Plan de Cooperación Municipal asciende a los 1.362 millones, un 11,5% más. Ante el anuncio de este incremento de inversión municipalista los responsables del PP se mostraron incrédulos, es lógico, ellos jamás habrían sido capaces de hacer esta apuesta por los Ayuntamientos. Lo importante es que todos ellos, gobierne quien gobierne, van a percibir más inversión que nunca de la Junta para desarrollar sus proyectos.

Los andaluces dispondremos de mejores servicios públicos de competencia regional y municipal gracias a los presupuestos de la Junta de 2011.