lunes, 26 de abril de 2010
HACIA UNA NUEVA ERA ENERGÉTICA
Las intensas lluvias caídas
estos meses pasados –benéficas casi siempre, pero también, como se ha visto,
responsables de crecidas de ríos, inundaciones y no pocos daños materiales en
Andalucía- han llevado a algunos a cuestionar el cambio climático, o al menos a
no pensar en él como una amenaza tan grave ni tan inmediata. El hecho de que la
Cumbre del Clima de Copenhague, celebrada en diciembre de 2009, acabará, para
muchos analistas, en fracaso, sumado a las turbias maniobras de los escépticos
en el llamado “climagate”, una polémica que finalmente se supo manipulada y que
buscaba desacreditar las evidencias científicas en que se apoya la divulgación
del calentamiento global, han logrado sembrar cierta confusión entre la gente
justo cuando parecía que se había logrado extender la concienciación sobre este
asunto.
Pero la realidad sigue ahí,
tozuda, y las previsiones científicas para el futuro siguen siendo muy
inquietantes. En la reciente presentación de un informe oficial, la secretaria
de Estado de Cambio Climático utilizó la expresión “datos estremecedores” a la
hora de valorar, por ejemplo, el que la Península Ibérica esté calentándose tres
veces más rápido que el resto del planeta o que la temperatura en España pueda
alcanzar un aumento de seis grados en verano durante el último tercio de siglo
XXI. Además, y por lo que respecta a las inusuales precipitaciones de estos
meses, los investigadores afirman que éstas no contradicen las alertas sobre el
cambio climático, sino que confirman la tendencia a un aumento de la
variabilidad, es decir, que cada vez son más los años que llueve por encima de
la media y más, también, los que llueve por debajo. En cualquier caso, se sabe
que España será el país en el que más se reducirán las lluvias -hasta un 20% ó
25% a final de siglo, según la Agencia Estatal de Meteorología- si no se limitan
las emisiones de gases de efecto invernadero.
Qué más lógico, pues, que
avanzar en la implantación de energías limpias, y así lo viene haciendo desde
hace años el Gobierno de Rodríguez Zapatero. A España no le basta con sumarse a
las medidas que vayan adoptándose internacionalmente: debe ser pionera en todo
cuanto pueda, por ejemplo en el uso del vehículo eléctrico. De ahí la
importancia del Plan Integral para el impulso de este tipo de vehículo, cuyo
número podría pasar de los apenas ocho mil que hoy circulan en nuestras ciudades
a un millón en el año 2014 gracias a las actuaciones y ayudas públicas
contempladas por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Los objetivos
son claros: por un lado, y desde un punto de vista estrictamente económico,
ampliar el horizonte de futuro de la industria nacional del automóvil e incidir
en el desarrollo de los equipos y componentes necesarios; por otro, fomentar la
producción de energías renovables, reducir nuestra dependencia energética del
petróleo y, en definitiva, no contaminar.
No sólo sería inteligente que
España se convirtiese en un país clave para la implantación del vehículo
eléctrico, es que es absolutamente posible. Lo que hoy parecen inconvenientes
pueden ser subsanados tecnológicamente en muy poco tiempo, y desde luego el
empeño merece la pena. Nuestra generación ha de dar el paso hacia una nueva era
energética basada en los principios de ahorro, eficiencia y sostenibilidad
medioambiental. O eso o nos vamos preparando para un futuro
desolador.
Consenso por el empleo y la recuperación económica
No ha habido ningún voto en contra. Y
los ciudadanos y ciudadanas lo valorarán. El esfuerzo ha tenido recompensa en
las reuniones de la conocida como Comisión Zurbano. La política de acuerdo del
Gobierno socialista continúe abriéndose camino para ayudar a la recuperación del
empleo y de la economía. Así, esta semana el Congreso de los Diputados ha
aprobado casi por unanimidad, con los votos a favor de PSOE, PP, CIU, PNV, ERC y
la mayoría del Grupo Mixto, las medidas económicas del Gobierno debatidas y
dialogadas con todos los partidos políticos en la Comisión Zurbano.
Aunque el Partido Popular ha
despreciado en sus inicios la utilidad de este marco de diálogo con todas las
fuerzas políticas abierto por el Gobierno de España, finalmente ha aprobado más
de la mitad de las medidas propuestas en esta Comisión.
Rajoy decía a los medios de
comunicación el 18 de febrero: “cuando quieras que un tema se pudra y cuando
quieras no hacer nada, mete los papeles en un cajón o crea una Comisión”; y al
día siguiente afirmaba: “vamos a ir, pero no es bueno perder el tiempo...Soy muy
escéptico”.
Seguramente Rajoy estaba pensando
cuando pronunció estas palabras en las Comisiones de Investigación que organiza
su partido, como por ejemplo la que se vio obliga a crear Esperanza Aguirre
sobre la trama de espionaje interno en el seno de la Comunidad de Madrid. Esta
Comisión duró 12 días hábiles para escuchar a 29 comparecientes, entre los que
no se encontraban las dos personas que fueron las víctimas del
espionaje.
Parece que ahora el PP nacional ha
percibido que el electorado no le perdonaría que, una vez más, se alejase de la
cordura y la lógica política que manifiestan el resto de partido del arco
parlamentario al intentar ayudar los ciudadanos y ciudadanas a superar sus
dificultades económicas desde la acción política. La labor de la oposición no
debe ser la de boicot al Gobierno sino la de controlar a su actividad y ofrecer
alternativas a la misma, más aún teniendo en cuenta que en este caso concreto
que nos ocupa, boicotear la acción del Gobierno supone la obstaculizar la ayuda
que necesitan muchos españoles.
Las medidas más urgentes del documento
Zurbano ya han sido aprobadas y se van a poner en marcha de forma inmediata. Y
el Gobierno de España no renuncia a acordar el resto de medidas de esta
Comisión, como las referidas a la política industrial y a la eficiencia
energética, y por ello seguirá negociándolas con los grupos
políticos.
Además de este ámbito de acuerdo
también se han aprobado otras importantes medidas del Gobierno central contra la
crisis en el Parlamento por unanimidad. Es el caso de las medidas de apoya a la
liquidez a las empresas y la luchas contra la morosidad para lo que se han
puesto en marcha avales ICO a las deudas de ayuntamiento con empresas y
autónomos, entre otras por ejemplo de apoyo a sectores productores como el del
automóvil, o de protección a los desempleados, como la conocida ayuda de 420
euros para aquellos que han dejado de percibir la prestación por
desempleo.
Se pone de manifiesto que el Gobierno
socialista de Rodríguez Zapatero está llevando a cabo un trabajo valiente y
comprometido para superar las dificultades económicas, y sobre todo, para
recuperar de forma inmediata lo más preocupante y urgente, que es el empleo. Y
junto a este trabajo serio y responsable el Gobierno está contando con todos,
con los agentes sociales y políticos para plantear propuestas consensuadas con
las que atajar las dificultades económicas. En la Mesa de Diálogo Social, en el
Pacto de Toledo, en el Seno de del Consejo de Política Fiscal y Financiera con
todas las Comunidades Autónomas el Gobierno está trabajando para impulsar el
acuerdo y el consenso que todos los ciudadanos demandan en materia económica y
de incentivo al empleo.
lunes, 19 de abril de 2010
ALMERÍA Y EL GUADALQUIVIR
Probablemente este periódico
de cuenta hoy en sus páginas de la concentración ciudadana, entre festiva e
informativa, prevista para ayer domingo en la Cañada de Cañepla, una pedanía del
municipio de María. Según reivindican sus convocantes, existen razones, avaladas
geográfica e históricamente, para afirmar que en ese lugar, y en contra de lo
que hemos tenido por cierto desde mediados del siglo XIII, tiene su nacimiento
el río Guadalquivir y no el llamado Guadiana Menor.
Se trata de una tesis que tal
vez no sea conocida por la mayoría de los almerienses pero que viene de lejos y
ha sido mantenida científicamente por muchos expertos e incluso aceptada en un
libro publicado en 1977 por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Como
hecho curioso, se cuenta que en julio de 1983 una expedición apoyada por la
Junta de Andalucía y promovida por un ingeniero y espeleólogo, Vicente Torres,
un catedrático de Bellas Artes, Ramiro Sanz, y un ex campeón de piragüismo,
Rafael López, descendió el curso del Guadalquivir desde ese preciso punto de la
comarca de los Vélez hasta su desembocadura en Sanlúcar de Barrameda, sin duda
teniendo que echarse la piragua a los hombros en varios tramos. Este año, el
recorrido inicial habría resultado más sencillo gracias a que las lluvias caídas
han gozosamente devuelto el agua a todo el cauce.
Los datos son los siguientes:
en el pantano de Doña Aldonza, al sur de Úbeda, se encuentran el llamado alto
Guadalquivir, nacido en la sierra de Cazorla, y el Guadiana Menor, al cual,
desde su nacimiento en María, se le conoce sucesivamente por diversos nombres
siendo el mismo río; éste último es unos sesenta kilómetros más largo que el
primero (y he ahí uno de los principales criterios que se siguen a la hora de
determinar cuál es el río principal y cuál el afluente) y atraviesa un área
mucho más amplia y poblada, sometida a una intensa explotación agrícola, lo que
reduciría su caudal en comparación con el alto Guadalquivir.
Quienes defienden la tesis de
un nacimiento del Betis romano en la comarca de los Vélez aportan también
razones históricas: aseguran que, tal y como estaría acreditado documentalmente,
hasta mediados del siglo XIII siempre se consideró que la cabecera del
Guadalquivir, el árabe Wadi al-Kabir o Río Grande, estaba en las fuentes del
llamado Guadiana Menor, en la provincia de Almería, y no en la sierra de
Cazorla. Subrayan, asimismo, la relevancia de un Guadalquivir que conectara de
Este a Oste todo el Sur de la península frente a un tramo, el que va de del
pantano de Doña Aldonza a Cazorla, que nunca fue ruta hacia ningún sitio ni
emplazamiento de tantas civilizaciones como las que dejaron su huella en la
cuenca del Guadiana Menor.
¿Consideraron los cristianos
del siglo XIII que el nacimiento del Guadalquivir debía estar en una zona ya
“reconquistada” en esa época y no al otro lado de las impenetrables fronteras
que los separaban aún los reinos musulmanes? Ésa, es, en cualquier caso, la
tesis de algunos historiadores y geógrafos. En mi opinión, se trata de una
teoría sumamente interesante en la que sin duda se irá profundizando en los años
venideros y a cuyo desarrollo deberíamos estar atentos todos los almerienses,
pues no en vano hablamos de un río que es columna vertebral de Andalucía y de la
posibilidad de sentirnos aún más vinculados a una historia común y milenaria a
través de sus aguas, símbolo de fecundidad y de vida.
Por el empleo estable
El último documento de trabajo que ha
presentado el Gobierno a los interlocutores sociales, sindicatos y
organizaciones empresariales en el marco del diálogo social sobre actuaciones en
el mercado de trabajo les fue entregado el pasado lunes. No se trata de un
documento final, sino que está abierto a negociación y modificaciones.
Tal como se ha mantenido en la mesa
de negociación, el Gobierno de España entiende que esta debe articularse
alrededor de cinco ejes fundamentales: dualidad y temporalidad de nuestro
mercado laboral, revisión de la política de bonificaciones a la contratación,
programa de empleo de jóvenes, intermediación laboral y fomento de la reducción
de jornada como instrumento de ajuste temporal de empleo. El documento de
trabajo propuesto por el Gobierno en la Mesa de diálogo social contiene medidas
para todas y cada una de estas materias.
Para acabar con la temporalidad de
nuestro mercado laboral y con la dualidad entre trabajadores fijos y temporales
la propuesta del Gobierno recoge la contratación estable como elemento central
del nuevo modelo de crecimiento económico y de nuestro sistema de relaciones
laborales. Esto sería posible con medidas que propicien la contratación
indefinida y con otras que racionalicen el uso de la contratación temporal y
desincentiven su uso injustificado. Y todo ello sin que produzca un incremento
de costes que grave las nuevas contrataciones y afecte a la creación global de
empleo.
En torno al último documento
presentado el Gobierno a la mesa de diálogo social ha surgido la polémica en lo
que hace referencia al modelo austriaco. En esta parte se habla de sistemas de
indemnización por despido que en los últimos años se han adoptado en algunos
países europeos, que permitan incrementar la estabilidad en el empleo y fomentar
una movilidad laboral más sana, así como la formación para el empleo a lo largo
de toda la vida laboral. El Gobierno considera que es necesario avanzar en vías
de este tipo que podrían ser de especial utilidad para resolver el problema
estructural más grave de nuestro mercado de trabajo: la dualidad entre
trabajadores fijos y temporales.
Con este modelo, tal y como funciona
en Austria, el despido está garantizado. Cada trabajador tiene una cuenta
individual donde mensualmente se ingresa la parte correspondiente a la
indemnización por despido, un porcentaje de su sueldo, como ocurre con la
cotización por desempleo.
Si el trabajador es despedido, retira
los fondos de esta cuenta, por lo que la indemnización no supone un sobrecoste
para la empresa de forma puntual ni tiene que abonarle en ese momento
indemnización alguna. Si el trabajador no es despedido y cambia de trabajo, se
lleva la cuenta a otra empresa que es la encargada de ingresarle. Si el
trabajador, con el modelo austríaco, finalmente se jubila sin haber sido
despedido puede retirar los fondos de la cuenta y complementar su pensión de
jubilación.
En Austria se pretende que tanto el
desempleo como las indemnizaciones por despido sean financiados con las
cotizaciones, el Estado sólo paga unas prestaciones mínimas de paro. Además este
modelo facilita la movilidad laboral, hay menos reticencias a cambiar de puesto
de trabajo tanto por parte del trabajador como de las empresas.
Esta propuesta ha de someterse aún al
análisis detenido de los agentes sociales en la mesa de negociación y sólo
saldrá adelante en caso de que entre todos se llegue a un acuerdo para
ello.
El Gobierno mantiene firme su
propósito de concluir la negociación con un acuerdo tripartito con
organizaciones empresariales y sindicales que permita avanzar hacia un mercado
de trabajo más moderno, funcional y coherente con el desarrollo de la Economía
Sostenible; un acuerdo, que garantice su equilibrio y aplicación más eficaz, que
respete los condicionantes presupuestarios en que se enmarca la actual política
económica y que apoye la creación de empleo y aumente las oportunidades de
empleo de las personas desempleadas.
lunes, 12 de abril de 2010
LA FACULTAD DE MEDICINA MÁS CERCA
Hace ahora dos años que en
Almería empezó a hablarse de la posibilidad de crear una Facultad de Medicina.
La iniciativa partió del Colegio Oficial de Médicos, y de manera inmediata fue
respaldada por el propio Rector de la UAL y por el conjunto de fuerzas políticas
de la provincia. Si bien hasta entonces nadie había considerado factible soñar a
corto plazo con la implantación en Almería de una carrera de tanta relevancia
académica y social, o al menos no se había hecho en público, pronto pasó a ser
una legítima aspiración de toda la sociedad almeriense y hoy, tras la decisión
adoptada el viernes por el Consejo Andaluz de Universidades, es una realidad al
alcance de la mano.
Almería reúne las mejores
condiciones para acoger unos estudios superiores de Medicina: en primer lugar,
es la capital andaluza más alejada de cualquier otra Facultad de Medicina
–ciento ochenta kilómetros hasta Granada-; también la explosión demográfica es
mucho más significativa en nuestra provincia. Desde un principio, el PSOE de
Almería apostó claramente por esta iniciativa, aprobando entonces en nuestro
Comité Provincial una resolución en la que se instaba a las instituciones a
iniciar las gestiones pertinentes para que nuestra Universidad acogiera una
Facultad de Medicina, y hemos hecho todo cuanto estaba en nuestra mano para
trasladar a la sociedad almeriense el enorme beneficio que supondría un hecho
como éste. Pero también desde un principio nos hemos cuidado de que esta
cuestión no desembocara en un enfrentamiento entre provincias andaluzas, y
asimismo dejamos claro que frente a la tentación de la demagogia política no
cabía sino el escrupuloso respeto hacia el principio constitucional de autonomía
universitaria. Se ha tratado, sencillamente, de exponer sobradas y sólidas
razones por las cuales, si el Consejo Andaluz de Universidades encontraba viable
la creación de una nueva Facultad de Medicina en Andalucía, ésta debería
establecerse en Almería.
Los datos han estado siempre a
favor de crear, al menos, una más: la necesidad de nuevos médicos –la Consejería
de Salud apuntó que entre los años 2015 y 2025 se producirá una jubilación
masiva de facultativos- y el hecho de ser una carrera ampliamente demandada. Las
ventajas de su implantación, por otro lado, son más que evidentes: la creación
de un Hospital Universitario, donde los estudiantes adquieren formación
práctica, vendría a potenciar las infraestructuras sanitarias existentes, las
inversiones aumentarían, los almerienses que cada año inician estudios de
Medicina no tendrían que desplazarse fuera para cursarlos y se reforzarían las
ya consolidadas titulaciones de Fisioterapia y Enfermería.
Los nuevos estudios de
Medicina, según se ha indicado, presentarán aspectos novedosos con respecto a
los métodos formativos tradicionales, buscando fundamentalmente una mayor
especialización. En cualquier caso, hablamos de una carrera de una particular
trascendencia, pues se trata de dar una respuesta eficaz a las necesidades de
salud de los ciudadanos. Y hablamos, igualmente, de un acontecimiento de enorme
relevancia, pues con su implantación, nuestra Universidad, el mayor motor de
dinamización social, económica y cultural que ha conocido Almería, alcanzará
también una altura académica que la permitirá ampliar aún más la ya
extraordinaria influencia que ejerce en la sociedad almeriense.
Seguir creando empleo
Durante esta semana el Presidente del
Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha presentado el Plan Extraordinario de
Infraestructuras, cuyas obras va a licitar el Gobierno durante el año 2010 y el
2011, utilizando el modelo de colaboración público- privada.
El objetivo prioritario del Gobierno
Socialista sigue siendo el de reactivar la economía y crear empleo. Este Plan va
a movilizar una inversión de 17.000 millones de euros anticipando a 2010 y a
2011 las obras previstas en el Plan de Infraestructuras (PEIT) para años
posteriores. Lo cual permitirá también anticipar todos sus beneficios y
aprovechar su capacidad para relanzar la actividad económica y generar empleo,
cuando más falta hace para impulsar la salida de la crisis.
Sobre todo es de vital importancia este
Plan porque se va a generar empleo, tanto a corto plazo para la construcción de
las infraestructuras, como a largo plazo para el mantenimiento y la conservación
de las mismas, siendo una fuente de trabajo muy importante para el sector de la
construcción tan mermado en estos últimos tiempos.
El 70% de las inversiones de este Plan
se realizarán el ámbito del ferrocarril (alta velocidad, cercanías y trasportes
de mercancías) y el 30% en la mejora de carreteras de toda nuestra geografía.
Estamos ante un Plan de Colaboración
público privada que consiste en un modelo concesional, en el que manteniéndose
el 100% de la titularidad pública de las infraestructuras, la gestión de su uso
la realizará el sector privado, durante un tiempo determinado.
La duración de las concesiones con
carácter general es de 25 años para las inversiones en ferrocarril y 30 años
para las inversiones en carreteras, en función de la vida útil de las
infraestructuras.
El hecho de que el Gobierno haya
querido recurrir a este modelo es porque adelantar inversiones, cuando al mismo
tiempo se está haciendo un gran esfuerzo para reducir el déficit público, obliga
a recurrir a fórmulas que permitan diferir su pago en el tiempo y esta cumple
ese objetivo.
La ventaja de este modelo es que
permite repercutir el pago de las infraestructuras a lo largo de un amplio
período de tiempo. Se empiezan a pagar cuando finalizan las obras y se ponen en
servicio, y se acaban de pagar cuando concluye el plazo de la concesión (25 ó 30
años después). Las obras del Plan se licitarán en 2010 y 2011; y la mayor parte
entrarán en servicio en 2014. Por tanto, la inversión de 17.000 millones de euros en
infraestructuras que se va a hacer ya con este Plan no empezará a pagarse hasta
el año 2014 y su impacto presupuestario, incluso en ese año, será relativamente
reducido. Y eso hace posible que se realice una fuerte inyección de inversiones
para la reactivación económica y la creación del empleo, cuando más falta les
hace a los ciudadanos españoles y sobre todo sin comprometer los objetivos de la
disminución de déficit público para 2013.
También se va a intentar que la actual
necesidad de austeridad en el gasto público sea compatible con el mantenimiento
de la fuerte inversión de las infraestructuras que está haciendo el Gobierno
Socialista para dotar a España de la mejor y más moderna red de transportes que
ha tenido nunca.
Los beneficios de las empresas privadas
vendrán de la ejecución de las obras y de los trabajos de conservación y
mantenimiento de las infraestructuras que correrán a su cargo a los largo del
período concesional. La Administración les abonará un canon durante dicho
período, para pagarle la obra ejecutada y los trabajos de conservación que
lleven a cabo.
lunes, 5 de abril de 2010
En la línea ciudadana del consenso
54 han sido las medidas que el
Gobierno de España y los grupos políticos en la oposición consideran, todos
ellos, necesarias para la recuperación económica y del empleo. Así se ha
acordado en las reuniones de trabajo que están llevando a cabo en la conocida
como Comisión Zurbano. Estos encuentros pretenden recoger las aportaciones y
propuestas económicas de los distintos partidos y, en la medida de lo posible,
unirlas a las del Gobierno para alcanzar una propuesta de acuerdo con la que
buscar la recuperación económica y del empleo.
Hacer posible la unidad política para
encarar la crisis como demandan los ciudadanos y ciudadanas es un objetivo más
de los que se han planteado con estas reuniones de la Comisión Zurbano que ha
impulsado el Gobierno socialista.
Además se pretende que esta Comisión
establezca también medidas de carácter urgente destinadas a crear empleo
inmediato, básicamente, en el sector de la construcción, y facilitar la liquidez
a las PYMES a través del crédito.
Aunque se ha tenido que posponer la
aprobación de las medidas consensuadas en esta Comisión por desacuerdos de
última hora con algún partido político, el Gobierno Socialista no ha renunciado
a que este marco de diálogo continúe en marcha en busca de una hoja de ruta
económica que cuente con el respaldo del mayor número posible de grupos
políticos.
Entre las 54 medidas que se han
acordado en este Comisión se encuentra, para facilitar el crédito y reforzar la
solvencia de la PYMES, la puesta en marcha de créditos directos del ICO a
pequeñas empresas y autónomos con un importe máximo de 200.000 euros, con
cobertura de riesgo del 100%, con el fin de que toda pequeña empresa con un
proyecto viable cuente con financiación.
Además, también para las empresas,
entre otras medidas, se ha acordado reforzar su protección en las operaciones en
el exterior incluyendo la garantía a PYMES dentro de la Compañía Española del
Seguro de Crédito a la Exportación, lo que les permitirá competir en igualdad de
condiciones con otras empresas de terceros países en licitaciones
internacionales y en la contratación de grandes proyectos.
En cuanto al empleo, en las 54
medidas aprobadas por la Comisión Zurbano, se contempla la aplicación del IVA
reducido del 8% para todo tipo de obras de mejora de viviendas; y el Plan de
rehabilitación y eficiencia energética que permitirá ahorrar un 20% de consumo
energético entre 2010 y 2012 en 2.000 edificios públicos.
Y el refuerzo de las políticas
sociales que los Gobiernos Socialistas siempre han promovido ha tenido también
su reflejo en el acuerdo de la Comisión Zurbano en propuestas como la ampliación
de la protección frente a embargos de vivienda por impago de hipoteca, que
llevará aparejada la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil, con lo cual la
cantidad a embargar de los ingresos de un ciudadano que no puede hacer frente al
pago de su hipoteca será menor y estará también supeditada al número de personas
que haya al cargo de esta persona.
Otra de las áreas que se ha trabajado
en esta Comisión con éxito ha sido la potenciación del sector industrial de
nuestro país. Para ello se ha acordado elaborar un Plan Integral de Política
Industrial 2020 para elevar el peso de la industria española en la UE, con
iniciativas específicas para sector aeroespacial o para el sector de la
automoción, entre otros.
El sector del turismo, de especial
interés para nuestra provincia, cuenta también con el respaldo de esta Comisión
para ser modernizado con incentivos a empresas relacionadas con el turismo que
mantengan su actividad por encima de los seis meses, para potenciar la
desestacionalización del turismo.
Intentar dar al traste con la
Comisión Zurbano es mucho más que romper un acuerdo en materia económica. El
Gobierno de España y los grupos políticos tenemos ahora una oportunidad muy
importante no sólo para consensuar nuevas iniciativas de recuperación de nuestra
economía y para hacer crecer el empleo, tenemos la posibilidad de generar
esperanza, interés y confianza en la clase política en general a muchos
ciudadanos y ciudadanas que no sienten representados.
Tenemos que actuar como nos demanda
la ciudadanía, hacer un ejercicio de responsabilidad y esforzarnos por alcanzar
el acuerdo.
CLAVES DEL NUEVO GOBIERNO ANDALUZ
Gobernar con eficacia consiste
en aplicar a cada circunstancia la estrategia más adecuada para la consecución
de un objetivo, y hay ocasiones, como la que atravesamos, en que a lo largo de
una sola legislatura las circunstancias cambian sustancialmente y, por tanto, la
estrategia ha de ir necesariamente ajustándose a ellas. Es desde esta
perspectiva desde la que hay que analizar la reestructuración del Ejecutivo
andaluz: una vez superada la fase más dura de la crisis económica, el Presidente
de la Junta de Andalucía ha entendido que era el momento de consolidar los pasos
que habremos de dar en el camino hacia la recuperación con un Gobierno más
reducido en cuanto a número de Consejerías pero de diseño más potente, con las
áreas económicas reforzadas y manteniendo como columna vertebral la educación y
la igualdad.
No hay que olvidar tampoco que
cada Gobierno recibe el mandato de aplicar un determinado programa político. No
otra cosa se dirime en unas elecciones: qué acciones políticas prefieren los
ciudadanos que se apliquen. En el caso de Andalucía, los andaluces y andaluzas
volvieron a elegir hace dos años la propuesta de progreso plateada por el
Partido Socialista, y con ella unos objetivos de marcado signo social que han de
ser alcanzados.
El Presidente José Antonio
Griñán, pues, y ante la evidencia de que los últimos datos económicos que se van
conociendo permiten razonablemente pensar que hemos entrado en una fase más
atenuada de la crisis, ha introducido en su Gabinete cambios importantes,
cambios que lo son de áreas, y no de personas. Esta nueva fase de la crisis
requiere una proyección política que impulse definitivamente la economía hacia
un nuevo modelo productivo, y reducir de quince a trece el número de
Consejerías, unificar Economía e Innovación o Hacienda y Administración Pública,
son algunas de las claves, ya conocidas, de un Gobierno austero, valiente y
ambicioso, en el que, además, Almería ha quedado magníficamente
representada.
En este punto -sobre el que
tanto se ha dicho y escrito en los medios locales, por cierto-, es oportuno
señalar que el Presidente Griñán ha diseñado un equipo pensando en el conjunto
de Andalucía, y no en cada una de las provincias. Aún así, un almeriense, Manuel
Recio, con una gran formación y dilatada experiencia, ha asumido la importante
responsabilidad de dirigir la Consejería de Empleo, siendo precisamente la
creación de empleo el objetivo prioritario en el que se concentra todo el
esfuerzo del Gobierno andaluz. A favor de este objetivo fundamental y de la
acción de Manuel Recio como consejero juega la aplicación del VII Acuerdo de
Concertación Social, el cual garantiza que la paz social marcará ese camino
hacia la recuperación económica, y también de las ciento cuarenta y seis medidas
integradas en el proyecto “Andalucía Sostenible” para avanzar en un nuevo modelo
de crecimiento más justo, viable y competitivo.
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