martes, 26 de abril de 2011

Santa Semana

Despedimos la Semana Santa de 2011 con una noticia religiosa al margen de la actividad de las Hermandades y Cofradías de nuestra provincia: la sentencia del Tribunal Constitucional amparando a la profesora de Religión de Almería despedida por el Obispado hace 10 años por contraer matrimonio civil con un divorciado.

Su nombre, Resurrección, no podía ser más apropiado para resumir lo que supone este fallo del Alto Tribunal y para la época en que se ha emitido.

En primer lugar quiero expresar a Resurrección Galera mis felicitaciones porque su lucha en los juzgados, y estoy seguro de que también sus plegarias, tras una década han sido recompensadas por la Justicia española.

Como bien ha señalado Resurrección Galera este proceso judicial sienta jurisprudencia y transciende más allá de su caso personal. Los medios de comunicación nacionales así lo han interpretado también y han dado cobertura a la noticia de esta histórica sentencia que reconoce en cierta forma el derecho de los profesores de religión a no ser apartados de su trabajo por su estado civil, ni por otras situaciones que tengan que ver con su vida personal, su familia o su intimidad.

Esta sentencia no se puede interpretar como una condena contra nadie, todo lo contrario, es una sentencia en favor de los profesores de religión en España, en favor de sus derechos fundamentales y laborales, en favor de que sean tratados en igualdad al resto de educadores que ejercen en nuestro país e incluso al resto de trabajadores y trabajadoras amparados por la Legislación española.

No es el momento de buscar culpables, ni de echar balones fuera, hay que asumir esta sentencia y reconocer los derechos a los profesores de religión. No hay que hacer penitencia por el pronunciamiento del Constitucional sino ejercer el arrepentimiento y tener propósito de enmienda con ella y con quienes se hayan visto en una situación similar o se vean en ella en un futuro.

Diez años son demasiados en la carrera de cualquier profesional. Afortunadamente Galera durante esta década ha encontrado otra salida laboral al margen de su actividad docente como profesora de religión, pero seguro que tras su despido ella padeció el drama de quedar desempleada y sin posibilidad de reinsertarse, por su estado civil, en el sector laboral en el que había estado trabajando. 

Enfrentarse a un proceso judicial que se prolonga en el tiempo por una década requiere mucha paciencia, mucha convicción en lo que se hace y mucho empeño y mucha fuerza para no tirar la toalla. Resurrección Galera ha aunado todas estas cualidades y ha sido capaz de llevar ese largo procedimiento judicial sin darse por vencida ante los fallos del Tribunal número 3 de lo Social de Almería y de la sala de lo social del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Hoy todos conocemos muy de cerca el drama que provoca el desempleo en las familias, ya que por desgracia hay muchas personas que lo padecen. Emprender la batalla judicial de esta profesora de religión en situación de desempleo merece que se le reconozca aún más mérito. 

 A todas luces parece de sentido común que el estado civil de una persona no le lleve al paro, ni que nadie se vea en el brete de decidir entre mantener su puesto de trabajo o contraer matrimonio civil con quien estime oportuno, sea una persona divorciada o no.
La Iglesia sigue teniendo el bastón que guía al redil de los profesores y profesoras de religión en España, sigue siendo quien selecciona a las personas que ejercen la labor docente de la asignatura de religión, pero los criterios que la guíen en esta elección no pueden chocar frontalmente con los derechos fundamentales que vienen recogidos en nuestra Constitución Española. Todos somos iguales ante la Ley y ante los ojos de Dios.

lunes, 25 de abril de 2011

VIGENCIA DE GINER DE LOS RÍOS

El rondeño Francisco Giner de los Ríos (1839-1915) ha sido la figura andaluza elegida por la Consejería de Cultura como “Autor del año”, iniciativa enmarcada dentro del Plan Integral para el Impulso de la Lectura en Andalucía con la que se persigue difundir la obra de un escritor y realzar, de este modo, nuestro patrimonio intelectual y literario por toda la geografía andaluza.

Si en años precedentes se les dedicó esta especial atención a destacados poetas y narradores, en 2011 le llega el turno a una personalidad absolutamente determinante dentro del campo de la pedagogía. Filósofo y ensayista, Giner de los Ríos ha pasado a la historia fundamentalmente por ser uno de los principales renovadores del sistema de enseñanza en España. Bajo la influencia de la doctrina krausista, que propugnaba la tolerancia académica y la libertad de cátedra frente al dogmatismo moral y político, Francisco Giner de los Ríos fundó en 1876 la Institución Libre de Enseñanza, cuyo antecedente inmediato es el Colegio Internacional que el almeriense Nicolás Salmerón abrió en Madrid diez años antes. El krausismo, como señaló su introductor en España, Julián Sanz del Río, se basaba en un “racionalismo armónico”, lo que conllevaba sacar al alumno de las aulas y acercarle a la naturaleza y a todo espacio de conocimiento, bien fueran museos, bibliotecas o fábricas. Frente a un modelo centrado en lo memorístico y en la estricta autoridad de un docente privado de libertad de cátedra, el aprendizaje en la Institución Libre de Enseñanza se fundamentaba en las clases experimentales.

La idea era formar, desde postulados ilustrados liberales, hombres íntegros y realmente útiles a la sociedad, abiertos a todo el saber humano, capaces de pensar por sí mismos, de dar forma a un ideal, de reconocer la igualdad de la mujer, todo ello dentro de una escuela activa, imparcial, en la cual los docentes influyeran en el alumno no mediante su autoridad sino por su sabiduría y su tolerancia. Convencido de que el país debía someterse a una profunda modernización, Giner de los Ríos consideraba que las reformas no las hacen las leyes sino los maestros. Fue objeto de la máxima consideración por parte de quienes le conocieron, y de la altura personal e intelectual de su figura nos quedad testimonios que, como el de Machado, apuntan una austeridad y un ascetismo que lo acercan a la “santidad” laica, con una delicadeza en el trato que no obstante se volvía determinación cuando combatía la zafiedad cultural y moral.

Como ha señalado el catedrático de Historia Julián Ruiz Berrío, todo era innovador en su proyecto: su concepción, su estructura, sus medios, su administración, sus técnicas, “siendo motor de una intensa regeneración de la sociedad”. A la Institución Libre de Enseñanza están vinculados nombres como los de Leopoldo Alas “Clarín”, Ortega y Gasset, Machado, Juan Ramón Jiménez, Unamuno, Lorca o Dalí (bajo su influencia nació, por cierto, la Residencia de Estudiantes). La labor impulsada por Giner de los Ríos continúo tras su muerte, pero la Guerra Civil y la Dictadura dieron al traste con tan apasionante aventura. Habrían de pasar casi cincuenta años para que, en la década de los ochenta del pasado siglo XX, se retomaran sus principios pedagógicos: la idea de una educación libre, progresista e igualitaria –a veces tan denostada por sectores ultra conservadores- es la que sirve de sustento a la pedagogía actual. Estamos, pues, ante una personalidad y una obra plenamente vigente, que gracias a la iniciativa de la Consejería de Cultura, podrá ser mejor conocida por los jóvenes de hoy.


martes, 19 de abril de 2011

VERDADES Y MENTIRAS

Nada define mejor la actitud de la derecha española que la sonrisa con que sus dirigentes recibieron la noticia de que nuestro vecino Portugal se había visto obligado a solicitar el rescate financiero de la Unión Europea. Cuando el rechazo de la oposición portuguesa a respaldar las medidas de austeridad planteadas por su Ejecutivo provocó la caída de éste, hubo algún destacado miembro del PP que llegó a afirmar sentir “envidia de que Portugal tenga la oportunidad de cambiar de Gobierno”. Pero antes de que los “populares” pudieran hacer valer su dañina idea de que la caída de Portugal es “lo que podría pasarle a España”, lo que quedó en evidencia es que se trata de “lo que podría haberle pasado a España”: para ello hubiera bastado con lograr que las medidas de ajuste económico impulsadas por el Gobierno Zapatero, en contra de las cuales votó el PP en mayo del pasado año, no llegaran a aplicarse. Tal vez entonces los conservadores españoles hubiesen obtenido el premio de esas elecciones anticipadas de las que se han declarado sedientos, pero a costa de la ruina de nuestro país.

El caso Portugal, pues, lejos de respaldar esa falsa imagen de una España débil, que tan insistentemente intentan los “populares” transmitir al exterior, lo que retrata es una derecha capaz de cualquier cosa por alcanzar el poder, arrogándose para ello el papel en el que siempre se han sentido más a gusto: el de salvapatrias. No obstante, los organismos internacionales  (FMI, Comisión Europea, Banco Central Europeo, OCDE) han coincidido en que las medidas que tomó el Gobierno español, y que afectaban a los cuatro problemas principales de nuestra economía (déficit, mercado laboral, pensiones y sistema financiero) han alejado toda posibilidad de ser una ficha más del dominó de países comunitarios rescatados (Grecia, Irlanda y Portugal) y nos han convertido en un dique infranqueable ante la crisis y en una garantía de seguridad para la zona euro. El diario Financial Times aseguraba a comienzos de este mes que “Zapatero se despide cuando España está encarrilada”, y alababa “las valientes reformas estructurales y de otros tipos” llevadas a cabo por el Gobierno Español. Dos días después, el mismo prestigioso periódico se mostraba así de contundente: “Mientras Portugal está KO, España parece ir OK”.

Pero intentar despertar la desconfianza hacia nuestro país, con ser de una escalofriante irresponsabilidad, no es la mayor vileza en la que puede incurrir la derecha española para tomar los Gobiernos central y andaluz. La cacería política y personal a la que están sometiendo a Manuel Chaves, usando a su familia para tratar de desgastar políticamente al PSOE y al Ejecutivo del que es vicepresidente tercero, cuestionando su intachable honradez a sabiendas de que los argumentos que esgrimen contra él son falsos y justificando esta deleznable maniobra en los pasillos del Senado diciéndole que “la política es así de canalla”, va más allá de lo tolerable. Se trata también, claro está, de intentar tapar mediante una estrategia como ésta el hecho de que fuera el principal artífice de la modernización de Andalucía durante los años en que fue presidente de la Junta. No se conoce en Europa un caso igual de acoso y derribo a un Gobierno, de causa general contra un partido político, buscando herir en el corazón de aquello que nos es más preciado a todos y cada uno de nosotros: nuestra familia. Más tarde, cuando todo haya pasado, vendrán las disculpas, o quizá ni siquiera eso, qué más les da. Curiosamente, los mismos que emponzoñan con mentiras la trayectoria de Manuel Chaves confeccionan sus listas electorales con gente que está imputada en casos de corrupción, y lo hacen con cierta actitud desafiante, con insolencia, sacando pecho, como diciendo “sí, imputados, qué pasa”, y todo eso produce vergüenza.

Tal vez para algunos la política sea así de canalla, pero no lo es para todos. Tal vez haya quien encuentre justificada cualquier cosa que se haga para echar a un Gobierno que no le gusta, pero no es la manera más digna de pasar por la vida.

lunes, 18 de abril de 2011

Las confesiones del PP

Con la excusa de la crisis, hay quienes se están atreviendo a hablar en público de ese retroceso en los derechos sociales que tanto tiempo llevaban deseando y que no se atrevían a confesar. En las últimas semanas, hemos podido escuchar la confesión del presidente de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, sobre la conveniencia de establecer el copago para la sanidad y la educación. Parecidas señales se han producido en la Comunidad de Madrid, donde el Gobierno de Esperanza Aguirre ya lo tiene todo listo para implantar el copago sanitario.

Lo del copago, que suena a fórmula solidaria, es en realidad una manera educada de llamar a lo que todos conocemos como la ley de la selva: que sobreviva el más fuerte. En términos prácticos, el copago supone que los ciudadanos pagarán dos veces por lo mismo: la primera a través de sus impuestos y la segunda cuando utilicen la sanidad o la educación. Así, todos los contribuyentes destinaremos una parte de nuestros impuestos a estos dos servicios, pero a la hora de la verdad, sólo podrán disfrutar de una buena educación o de una atención sanitaria adecuada quienes puedan aflojar más dinero.

Contra toda lógica, quien se enferme más tendrá que pagar más. Y quien no pueda pagar una educación de primera deberá conformarse el resto de su vida con puestos de trabajo de segunda.

La sanidad y la educación son dos pilares fundamentales del Estado de Bienestar, y el acceso universal y gratuito a estas prestaciones favorece la igualdad de oportunidades y la justicia social, dos términos que algunos líderes de la derecha no han conseguido asimilar todavía en estos treinta años de democracia.

Gracias a las políticas desarrolladas por los distintos Gobiernos socialistas en las últimas décadas, el sistema sanitario público de salud se ha consolidado como el garante del derecho de los ciudadanos a la protección de la salud, de forma universalizada, sin que nadie se vea discriminado por razones económicas, sociales, raciales o geográficas. El esfuerzo realizado ha contribuido a una mejora indudable y comprobada de los niveles de salud de la población, alcanzando estándares comparables e incluso superiores a otros países de nuestro entorno político y socioeconómico.

Por lo que respecta al ámbito educativo, en Andalucía sólo tenemos que comparar el nivel de analfabetismo previo al primer Estatuto de Autonomía, superior al 14% de la población, con el que se registra hoy día y que es prácticamente residual. Este enorme avance se ha conseguido con medidas tendentes a la democratización del acceso a la educación como ha sido el aumento del número de becas, la gratuidad de los libros de texto o el transporte escolar gratuito.

La crisis no puede servir de excusa para esta reducción de los límites del Estado que plantea la derecha y que supondría, inevitablemente, un enorme retroceso en los derechos ciudadanos que tanto trabajo ha costado conseguir. Los Gobiernos socialistas de España y de Andalucía han demostrado que se pueden aplicar medidas de austeridad económica, de contención del gasto y de reducción del déficit público sin dar ni un solo paso atrás en políticas sociales. Por el contrario, han demostrado la viabilidad de un nuestro modelo, que incluye como elemento fundamental el mantenimiento del carácter universal y gratuito de los servicios públicos esenciales.

Lo más peligroso de las propuestas de la derecha es que se están lanzando disimuladamente. Pocos líderes nacionales han tenido la gallardía de reconocer que, aunque no lo digan, planteamientos como el del copago son la columna vertebral de sus programas. Por ello, el ciudadano debe estar más vigilante que nunca.

lunes, 11 de abril de 2011

ES LA HORA DE LAS MUNICIPALES


Casi oculto por el ruido y la furia con que algunos se han empeñado en asfixiar todos los ámbitos de la política, existe la evidencia de que en las próximas elecciones municipales del 22 de mayo nos jugamos el futuro de nuestros pueblos y ciudades, nos jugamos el mantenimiento de la cohesión social y la igualdad de oportunidades como elemento fundamental para el progreso. Eso es ahora lo fundamental: que frente a quienes aspiran a regresar a un modelo especulativo de economía local, que genera un cierto tipo de riqueza a muy corto plazo pero que, como se ha visto, resulta absolutamente quebradizo, existe un modelo sostenible de municipio, que es el que propugnamos los socialistas, que está tan atento al hoy como al mañana, tan preocupado por nuestra propia generación como por las venideras; de ahí, por ejemplo, que vayamos a insistir tanto en medidas para garantizar el aire limpio en nuestras ciudades.
 
Es hora de hablar de igualdad. Nos jugamos el mantenimiento de la cohesión social y la igualdad de oportunidades como elemento fundamental para el progreso de nuestros municipios. Y frente a quienes sólo pueden aportar buenos propósitos nunca cumplidos, es más que evidente que en este terreno la cuenta de resultados arroja un saldo notablemente favorable al Partido Socialista: todo  lo que significa un compromiso con la igualdad lleva la firma de un gobernante socialista, ya sea Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero, desde la ley que estableció la sanidad universal, a la ley del derecho a la educación o la ley de igualdad. Ésa es nuestra seña de identidad de cara también al ámbito local.

Es hora de hablar de empleo en nuestros municipios, de emprendedores y de cambio de modelo productivo. El PSOE quiere hacer de los ayuntamientos piezas esenciales al servicio de la recuperación económica y la creación de empleo, y se presenta, tanto desde el Gobierno nacional como desde el autonómico, como el gran aliado de éstos: ahí está, de un lado, la creación de los Fondos Estatales de Inversión Local (el Plan E), que ha supuesto una inversión de 13.000 millones de euros, la mayor que un Gobierno haya destinado a los Ayuntamientos en la historia de la democracia local. Estos Fondos han permitido crear más de 700.000 empleos y mantener la actividad de más de 37.000 empresas, y con ellos los ayuntamientos han podido peatonalizar más calles, construir nuevos equipamientos públicos y espacios verdes, aumentar el número de centros sociales, bibliotecas, escuelas infantiles, centros de día y de atención a la dependencia. Ahí está igualmente el Programa de Transición al Empleo de la Junta de Andalucía (PROTEJA), una iniciativa única entre todas las comunidades españolas, que, gracias a una fuerte inversión económica, ha generado o mantenido decenas de miles de puestos de trabajo en obras que desarrollan los municipios.

Es hora, también, de hacer efectivo el compromiso con el impulso del municipalismo, de avanzar en la segunda descentralización , la de lo local, y hora de recordar que el municipio es el espacio de convivencia de la gente y el punto de partida de las acciones que llevamos a cabo los socialistas, el espacio donde el político participa con el resto de ciudadanos -con sus vecinos, en definitiva- en la construcción de lo público. Y en esa distancia corta los socialistas entendemos mejor que nadie a la gente, sin populismo: todo cercanía, complicidad, comprensión, capacidad de diálogo entre iguales.

lunes, 4 de abril de 2011

PAGAR DOS VECES

En política, una labor de oposición se diferencia de una labor de abordaje en ese principio básico que es la sensatez. Una buena labor de oposición, en lo que tiene de constructiva, resulta siempre provechosa para el conjunto de los ciudadanos y para el país; una labor de asedio y abordaje esta guiada por una dosis tal de irresponsabilidad que antepone a todo lo demás la destrucción implacable del adversario que ocupa el Gobierno de turno, aun a costa de dañar las estructuras del Estado, provocar la desconfianza en nuestro país, alejar a los ciudadanos de la política o incluso dividir a los demócratas en aquello que más sólidamente debería unirnos: la derrota definitiva del terrorismo.

El PP ha puesto en marcha la misma maquinaria implacable de demoler gobiernos que ya utilizó durante el terrible trienio de 1993 a 1996, ayudado por los mismos, con el mismo hambre de poder y la misma falta de escrúpulos en un “todo vale” que, de nuevo, vuelve a aturdir a todo español de bien. Un ejemplo: que ante una ETA prácticamente vencida ya y una izquierda abertzale que ha visto truncada en el Supremo su intención de presentarse a las municipales, el PP haya sacado otra vez la catapulta de cuestionar falazmente la estrategia antiterrorista, y que lo haya hecho además con material de la propia ETA, resulta especialmente despreciable.

Pero quien emprende un ataque ciego y en todos los frentes comete errores. Lo cometió la señora Cospedal –senadora ausente- cuando a boca llena, a sabiendas de que mentía y, por tanto, sin pruebas, acusó a los socialistas castellano-manchegos de espiarla con detectives, y ha acabado ante un juez por ello. Y lo hizo hace muy poco el presidente regional de Murcia cuando desveló, ay, sin darse cuenta, uno de esos secretos bien guardados, una de esas “sorpresa-sorpresa” que la derecha suele reservarse hasta después de haber ganado unas elecciones: el copago sanitario y educativo.. Es decir, que lo españoles paguemos dos veces, dos, por los mismos servicios públicos esenciales: con nuestros impuestos y de manera directa cada vez que pretendamos hacer uso de ellos.
Ya sabemos por qué el señor Rajoy es tan reacio a dar sus soluciones para salir de la crisis: porque su agenda es la misma que le ha costado al Primer Ministro británico, el conservador David Cameron, movilizaciones multitudinarias: trabajar más, cobrar menos y recortar el Estado del Bienestar, obligándonos a pagar –otra vez- al entrar en un colegio o en un hospital.

Naturalmente, ahora que entramos en precampaña de unas elecciones municipales y, para trece comunidades, también autonómicas, los “populares” van a decirles a los ciudadanos, en el calle a calle y pueblo a pueblo, que se olviden de haber oído tal cosa, que se queden con este otro mensaje: la culpa de todo es de Zapatero y de Rubalcaba, que no se presentan ni a alcalde ni a presidente autonómico. Pero, ¿saben lo que les digo? Ése va ser su mayor error, porque en cada localidad se celebran unas lecciones específicas, con el objetivo de solucionar problemas específicos, y tan obsesionados están en su asedio a La Moncloa que no han diseñado propuestas adecuadas para los vecinos de cada municipio. Pues bien, esos vecinos ya saben que la derecha no les garantiza la universalidad de los servicios públicos esenciales. Y con un poco de suerte, sabrán también si es en su municipio donde el PP piensa construir una de esas nuevas centrales nucleares que al parecer van a solucionar el problema energético. ¿O no lo dirán?