lunes, 26 de julio de 2010

Una ciudad abierta al mar


El mes que transcurre está siendo de los más productivos que recuerdo en lo que a infraestructuras para la provincia se refiere. Los almerienses hemos asistido en menos de treinta días al inicio de las obras del mayor túnel ferroviario de toda Andalucía, que estará en nuestra provincia y permitirá que el tren de alta velocidad con Murcia atraviese Sierra Cabrera. El ministro de Fomento quiso estar presente en el momento emblemático de la puesta en marcha de la tuneladora y sólo unos días más tarde el número dos de su ministerio, Víctor Morlán, regresó a tierras almerienses para firmar la constitución de la sociedad Almería Alta Velocidad, que está integrada por el Gobierno central, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de la capital y que se encargará de gestionar el soterramiento de las vías del tren a su paso por la ciudad de Almería.

Cuando aún tenemos reciente el anuncio de los recortes en infraestructuras del Ministerio de Fomento, que no han dejado en Almería ningún contrato rescindido porque en Madrid son conscientes de la importancia de las infraestructuras en nuestra tierra, es hora de que volvamos a felicitarnos por el nuevo paso adelante que se dará esta semana. Me estoy refiriendo a la presentación del estudio informativo para el soterramiento de las vías del tren, del que ya conocimos un avance hace aproximadamente un año y que en breve se dará a conocer a la luz pública en su integridad.

Conocer este estudio nos permitirá, básicamente, dos cosas. La primera de ellas tiene que ver con la apertura del plazo de alegaciones al proyecto. Todos aquellos que tengan algo que decir sobre el diseño del soterramiento –desde las administraciones hasta las empresas, pasando por asociaciones y ciudadanos– van a poder comunicar sus ideas a la administración, que las estudiará con detenimiento. Es cierto que del número de alegaciones que se presenten al proyecto dependerá que se tarde más o menos en dar el siguiente paso, y todos estamos de acuerdo en que queremos el soterramiento lo antes posible, pero lo que no podemos hacer es prescindir del derecho de cualquier ciudadano a pronunciarse sobre una obra que cambiará la fisonomía de la ciudad.

La posibilidad de que la sociedad se implique en el diseño del soterramiento es la primera buena noticia que tendremos con la publicación del estudio informativo. Pero no lo es menos la oportunidad de que los almerienses conozcamos al detalle el modelo de soterramiento elegido, que nos interesemos por él, que lo hagamos nuestro y que nos ilusionemos por esta obra, que cambiará radicalmente nuestro paisaje urbano, probablemente hasta el punto en que sólo lo consiguió en el pasado otra obra faraónica, el encauzamiento de la Rambla.

La nueva ciudad que saldrá del soterramiento será más accesible y mucho más vistosa. Entre el puente de la avenida del Mediterráneo y el puente, rojo de la Estación, no existe a día de hoy ninguna vía que nos permita sortear las vías del tren. Cuando tengamos el soterramiento, habrá pasos peatonales en superficie, que permitirán que, de una vez por todas, la ciudad de Almería se abra al mar. Desde la carretera de Ronda, el acceso a la playa urbana será rápido y fácil para todos.

Además, cambiaremos los muros blancos que hoy se levantan a uno y otro lado de las vías por un paisaje mucho más atractivo: una llanura interrumpida por modernas cúpulas, que permitirán la entrada al túnel subterráneo de la luz y la ventilación necesarias.

Tras el soterramiento, Almería será una ciudad más habitable, más cómoda y mucho más atractiva a ojos de propios y extraños. Por eso es deseable que toda la sociedad se involucre en el proyecto y lo haga suyo. Las tres administraciones que participan en la sociedad gestora ya han dado un paso adelante, olvidando viejas rencillas y apostando por trabajar de manera conjunta, gobierne quien gobierne en cada una de ellas. Ahora toca que los ciudadanos se interesen y se ilusionen por un proyecto que es de todos.

UN DELEITE PARA LOS SENTIDOS


Todo almeriense que en verano viaja a algún lugar de la costa española y a su regreso acude a cualquiera de las playas del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar y, tras introducirse en el mar, vuelve su mirada hacia el interior y lo redescubre libre de edificios, es plenamente consciente de pertenecer a una provincia privilegiada, de ser él mismo un privilegiado por su vinculación natural con esta belleza en estado puro. Las playas de las Salinas, Mónsul, Genoveses o los Muertos, por mencionar tal vez las más emblemáticas, constituyen en sí mismas una rareza por el hecho de haberse mantenido ajenas a la invasión del ladrillo: hoy quizá tendrían una imagen muy distinta si no formaran parte de los sesenta y tres kilómetros de costa protegida, pues las más de dos décadas que han trascurrido desde la creación del Parque Natural se han caracterizado en nuestro país por la masiva construcción a pie de playa de la que, de otro modo, no se habría librado este espacio único en el mundo.

Se trata de un tesoro natural, referente en turismo sostenible, que tras su apariencia árida, de origen volcánico en su mayor parte, esconde una asombrosa riqueza ecológica, antropológica, científica y cultural. Desde los lugares más elevados del Parque, el visitante puede divisar acantilados, calas, quizá sus humedales, altiplanicies calizas, arrecifes, aguas cristalinas, fortificaciones defensivas con siglos de historia, áreas con usos agrícolas tradicionales. Si está bien informado, el visitante sabrá además que tanto el espacio terrestre como el marítimo son una reserva de especies endémicas, es decir, plantas y animales que sólo pueden encontrarse, de forma natural, en ese lugar, y también que bajo la superficie del mar se extienden grandes praderas de posidonia oceánica -señal inequívoca de la calidad de sus aguas- que forman parte de una riquísima diversidad biológica en la que diferentes ejemplares de algas, esponjas, anémonas de mar, crustáceos, moluscos y formaciones coralinas crean un soberbio contraste de vivos colores que enmudece de fascinación a quien tiene la ocasión de verlo.

Contemplar el atardecer desde lo alto de la Vela Blanca o el vuelo rasante de los flamencos reflejado en las aguas de las Salinas, recorrer despacio, a primera hora de la mañana, la ensenada de los Genoveses, tratar de imaginar aquel engañoso canto de las focas monje en el Arrecife de las Sirenas, escuchar el silencio: experiencias impagables en un mundo cada vez más complejo, más rápido, más estridente, más construido y asfaltado. Esta primavera, además, y tras meses de intensas lluvia, el Parque ofrecía a los ojos un insólito paisaje de extensos verdores que quienes nos visitan ahora en verano difícilmente podrán concebir siquiera.

Merecen la pena todas las medidas que se adopten para conservar y para recuperar este espacio, ya sea limitar el acceso de tráfico rodado a las playas, impedir la construcción de complejos hoteleros o liberar ejemplares de tortuga boba con el fin de reintroducirla como especie. Porque con ser un lugar extraordinario para disfrutar del verano, El Parque Natural es mucho más: un intenso deleite para los sentidos que nosotros recibimos en herencia y que debemos transmitir a las generaciones futuras.

Austeridad y reformas con cohesión social


Tras la resaca del Debate del Estado de la Nación, el Gobierno de España ha seguido con su trabajo y quehacer diario para seguir impulsando medidas de ayuda para los ciudadanos más desfavorecidos.

Esta semana se aprobaba en el Congreso de los Diputados una prórroga de seis meses más, a partir de agosto de la ayuda de 426 euros correspondiente al Programa Temporal de Protección por Desempleo e Inserción (PRODI), destinado a los desempleados de larga duración que han agotado sus prestaciones y subsidios por desempleo. 

La prorroga beneficiará a nuevos parados que hayan agotado su cobertura por desempleo, aunque no podrán acogerse a ella quienes ya la hayan percibido durante los primeros meses del año. Sin duda esta prórroga es indispensable puesto que supone un respiro para muchas personas que se encuentran en una grave y  delicada situación económica.

El programa temporal de protección por desempleo e inserción se orientará a los colectivos de parados mayores de 45 años, menores de 30 y parados de larga duración.

Este subsidio ya fue prorrogado por el Gobierno el 12 de febrero y hasta la fecha el número de beneficiarios de esta ayuda asciende a unas 243.100 personas y el coste estimando de la medida supone 517,8 millones de euros.

El Gobierno sigue estando con todos los ciudadanos y sobre todo con aquellos que menos recursos tiene por eso con respecto a los Presupuestos Generales para el próximo 2011 se va pedir un nuevo esfuerzo y en especial a los ciudadanos con alta capacidad económica.

El martes pasado el Congreso de los Diputados aprobaba el límite de gasto no financiero de los Presupuestos Generales del Estado que se reduce un 7´7% en comparación con el de 2010.

El Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha descartado una subida eventual del impuesto de sociedades y ha asegurado que el Ejecutivo no tiene en ningún caso el objetivo de incrementar la presión fiscal a las empresas.

Además desde el Gobierno se seguirá con la apuesta firme de continuar apoyando a las empresas que generen actividad económica siendo esta etapa la de mayor apoyo fiscal a las empresas a través del impuesto de sociedades.

El Gobierno ha hecho un gran esfuerzo de mejora de la política social en este país. Que se concreta en que el gasto se ha incrementado en un 50%, mejorando las pensiones, mejorando las becas, mejorando el salario mínimo interprofesional, mejorando la educación infantil, en definitiva todas las políticas sociales.

Con una crisis tan grave como está los socialistas hemos puesto todo nuestro esfuerzo en aumentar la protección por desempleo, que son quienes más padecen las crisis, los que pierden el trabajo. Incluso en una situación tan grave como la que estamos padeciendo se ha mantenido la Ley que constituye el cuarto pilar del Estado Social, como es la Ley de Dependencia que atiende a las personas más desfavorecidas, más humildes de nuestro país, a los que el Gobierno del PP en su día no les prestó ninguna atención.

Y sí desde el Gobierno se ha pedido un mayor esfuerzo a los ciudadanos, y a una parte especialmente de los ciudadanos, es para cumplir con los objetivos de austeridad y de ahorro que exige la economía española para salir de esta situación. Austeridad y reformas, esos van a ser los objetivos del Ejecutivo a partir de ahora. Pero con el principio del mantenimiento de la cohesión social que hemos extendido, ampliado y desarrollado especialmente a favor de los más débiles.

lunes, 19 de julio de 2010

EL ESTADO DE LA NACIÓN


Bien podría decirse que era un momento delicado para llevar a cabo el Debate sobre el Estado de la Nación: por un lado, nuestro país, como todos los de la Unión Europea, atraviesa por la crisis económica más importante de los últimos ochenta años; por otro, España venía de celebrar con lógica euforia y un marcado sentimiento de orgullo la victoria de nuestra selección nacional de fútbol en el Mundial de Sudáfrica, y la escenificación parlamentaria de una confrontación política podía significar para muchos ciudadanos un regreso a una realidad que acaso no les aliente en su esperanza de superar las dificultades. Pero también es cierto que una y otra circunstancia invitaban a mostrar el lado más útil de la política, la posibilidad de alcanzar nuestras metas trabajando todos con un solo objetivo, sin crispación, sin tratar de imponer nuestro criterio.

No obstante, volvió a quedar patente que el PP está fundamentalmente ocupado en tratar de sacar una rentabilidad electoral a la crisis económica. Hay algo evidente: con aciertos y errores, el Gobierno ha hecho todo lo que el presidente y sus miembros estimaban que era necesario por el bien de España; el PP sólo aquello que a su juicio convenía a los intereses del partido. Y es que el señor Rajoy ha asumido de una forma literal su papel de “líder de la oposición”, pasando por alto el hecho de que eso le exige plantearse a sí mismo como alternativa posible, no utilizar todas las formas conocidas y por conocer de decir no. Dicho de otro modo: Rajoy ha demostrado ser líder en oponerse –incluso estando de acuerdo-, pero está aún por ver cuál es su capacidad para proponer algo.

Tras una intervención realista y profundamente reformista del presidente Zapatero, en la que expuso una serie de medidas para garantizar el crecimiento económico, la creación de empleo y, sobre todo, la defensa del Estado del Bienestar, el líder conservador demostró, con su silencio, no tener nada que decir acerca de si es o no necesaria una reforma laboral, o de si hay que hacer una reforma del sistema de pensiones o no hacerla, o una reforma del sistema educativo o de la política industrial y energética, ni tampoco sobre cuáles habrían sido sus medidas para reducir el déficit. Nada en absoluto. Y a pesar de ello, lo que sí hizo fue pedir elecciones anticipadas. ¿Eso es todo lo que tiene que aportar? ¿Ninguna otra cosa? ¿Alguna idea positiva acerca de nuestro país que pueda beneficiarnos internacionalmente, alguna medida concreta que nos ayude a salir de la crisis o a crear empleo, que dé confianza a los pequeños y medianos empresarios, que deje claro a los mercados la solidez de nuestro sistema financiero, cualquier cosa, por pequeña que fuera, con la que justificar una larga campaña electoral en un momento en que España necesita sobre todo centrarse en los problemas reales?

Y sé que todo esto puede desencantar a los ciudadanos, alejarlos de la política, porque pocas cosas hay más frustrantes que asistir a la enconada rivalidad de quienes, al margen de diferencias ideológicas, deberían remar en una misma dirección para superar las mayores dificultades. El apoyo que el Gobierno reclama al PP no es para sí, sino para España, y la petición por parte del señor Rajoy de un adelanto de elecciones –no la presentación de una moción censura, que es el instrumento del que dispone la oposición- difícilmente encaja entre las soluciones que se esperan de un representante político cuando las cosas precisan de más unidad y menos demagogia.

Zapatero gobierna para todos

Esta semana ha tenido lugar el quinto Debate sobre el Estado de la Nación al que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha tenido que enfrentar.

Este último año ha sido muy difícil, puesto que muchos ciudadanos han perdido su empleo o han tenido que cerrar su negocio, envueltos por la crisis tan nefasta que hemos padecido. Además, muchos españoles sienten dudas sobre el futuro y sobre nuestro bienestar individual y colectivo.

Por todo ello, durante los últimos meses, nuestro país ha dado importantes pasos para cambiar el modelo productivo, con un doble objetivo: conseguir un crecimiento económico más sólido y sostenible, para la salida de la crisis, y la creación de empleo más estable.

De ahí que la intervención principal del presidente Zapatero haya sido realista y reformista, con medidas para garantizar el crecimiento el empleo y la política social, recordando las iniciativas que desde hace un año se han emprendido, para paliar las consecuencias de la crisis.

A lo largo de este último año, se han incentivado medidas para el cambio de un modelo productivo mediante la reestructuración y reforma del sistema financiero español, la aprobación de la Ley de la Economía Sostenible o la aprobación de la Reforma Laboral.

También se han impulsado una serie de medidas para la reducción del déficit y el impulso de la economía, como son el ajuste fiscal para el 2010, el Plan de Austeridad de la Administración General del Estado 2010-2013 o la reducción del déficit adicional.

Una serie de reformas que son necesarias para que este país no sólo salga adelante, sino que además cambie su modelo productivo, lo que permitirá ser más competitivos.

José Luis Rodríguez Zapatero se ha comprometido, ante todos los españoles y ante la Cámara, a este conjunto de reformas, que garantizarán el crecimiento el empleo, y sobre todo, lo más importante, a mantener el Estado del Bienestar y la política social que los socialistas siempre hemos defendido.

A lo largo de todo el debate, Zapatero ha un hecho un llamamiento para que el conjunto del país y todas las fuerzas políticas se sumen a ese compromiso de reformas necesarias, aplicadas de forma equilibrada y justa.

Todos los ciudadanos hemos estado esperando a que la oposición recogiera el guante que el Gobierno le había tendido otra vez, pero hemos vuelto a ver que el líder PP no ha estado a la altura del país.

Mariano Rajoy ha demostrado, a lo largo de todas sus comparecencias, que ha decidido mantener su posición de no arrimar el hombro para ser útil a España, en estos momentos que se precisa su apoyo, porque no le interesa políticamente.

En ningún momento ha dicho ni una sola palabra sobre las reformas que ha impulsado el Gobierno y muchas de las cuales están en el Parlamento esperando recibir las aportaciones del PP y del resto de grupos parlamentarios.

Sin duda estamos en un momento trascendental, un momento crucial para el futuro inmediato de nuestro país y de las próximas décadas.

Tenemos la necesidad de adoptar medidas para reducir el impacto que ha ejercido en nuestra economía la peor crisis que hemos conocido y, al tiempo, impulsar la transformación económica más intensa de nuestro país de los últimos tiempos.

Con sus intervenciones en el debate, el presidente del Gobierno ha dejado más que claro que gobierna para todos los españoles, con objetivos como la austeridad en el gasto, la recuperación a través de la productividad, las reformas laboral y del sistema financiero y un nuevo modelo productivo.

lunes, 12 de julio de 2010

Presidencia española en Europa, misión cumplida


Esta semana ha concluido la Presidencia rotatoria de España al frente del Consejo de la Unión Europea durante los últimos seis meses. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha comparecido esta semana ante el Parlamento Europeo, en Estrasburgo, para hacer un balance de esta Presidencia que ha sido positiva y acertada a pesar de haber atravesado por un contexto difícil y muy especial.

Durante este mandato se ha puesto en marcha un mecanismo  de 110.000 millones de euros para asistir a Grecia y el fondo de rescate de 750.000 millones de euros para evitar el contagio a España y a Portugal.

La Presidencia española ha consolidado una nueva perspectiva para garantizar de una forma más exigente el cumplimiento del Pacto de Estabilidad, tanto para aplicar incentivos como sanciones, tal y como defendió la presidencia rotatoria española desde un primer momento.

También se ha avanzado de manera determinante en la aprobación de la reforma del sistema de supervisión de la Unión Europea, que en pocos meses contará con un nuevo marco de regulación para prevenir nuevas crisis. La reforma sigue pendiente del acuerdo con la Eurocámara y los veintisiete.

Otro gran logro de la Presidencia española en materia económica ha sido la aprobación de la nueva estrategia de crecimiento y empleo hasta 2020. Una estrategia más ambiciosa para nuestra competitividad, para la innovación, para la generación de empleo y para la inclusión social.

Asimismo la promoción de la igualdad ha sido un objetivo transversal a todo el programa de la Presidencia española y ha estado presente en todas las áreas.

Se han adoptado las conclusiones sobre la Erradicación de la Violencia contra las mujeres en la Unión Europea, que incluye la creación de un observatorio Europeo para la Violencia contra las mujeres, así como la puesta en marcha de un Teléfono Europeo de Información y de Asistencia a las víctimas.

También se ha fortalecido la lucha contra el crimen y el terrorismo mediante la aprobación de una resolución sobre la prevención de la Trata de Seres Humanos, un acuerdo entre la Unión Europea y Rusia para reforzar la cooperación en la lucha contra el crimen organizado y el terrorismo entre otras cosas. Además la Presidencia española ha lanzado el debate sobre la figura de la Fiscalía Europea, un instrumento esencial contra la delincuencia organizada y el tráfico de drogas de diferentes países.

La Presidencia española también se ha asegurado que la representación institucional de las nuevas instituciones, como el Presidente Permanente, haya sido visible y efectiva desde un primer momento, cerrando un acuerdo “europeísta”, responsable y generoso en el reparto de funciones entre la Presidencia rotatoria y la Presidencia Permanente que marcará la pauta en las próximas presidencias rotatorias.

De igual forma se ha alcanzado el acuerdo político entre el Parlamento Europeo, la Comisión Europea, la Alta representante y la Presidencia rotatoria del Consejo para la creación del Servicio Europeo de Acción Exterior y se han puesto las bases que permitirán su arranque en otoño tras la aprobación por parte del Parlamento Europeo del acuerdo.

Pero sobre todo a lo largo de estos seis meses se ha pretendido afrontar los cambios que eran necesarios para dar una respuesta de altura política, de generosidad y de compromiso. El Gobierno de España ha intentado afrontar las consecuencias de la grave crisis económica para generar confianza y unidad entre todos los ciudadanos y fortalecer la proyección y la presencia de Europa  en el mundo.

MÁS PROTECCIÓN PARA LOS AUTÓNOMOS


Los españoles no olvidaremos fácilmente la fecha del 7 de julio de 2010, el día en que la selección española de fútbol, tras un memorable partido contra Alemania, logró nada menos que su pase a la final de un Mundial. Sin duda un hecho verdaderamente importante, como importante fue también la aprobación unánime en el Senado, ése mismo día, del proyecto de ley que establece un sistema específico de protección por cese de actividad a los trabajadores autónomos.

Objetivamente, ningún Gobierno anterior se había mostrado tan claramente comprometido con el colectivo de autónomos como los presididos por José Luis Rodríguez Zapatero. Los socialistas hemos legislado en apoyo a un grupo que representa un motor fundamental del país. La aprobación en junio de 2007 del Estatuto del Trabajo Autónomo ya supuso un antes y un después en cuestiones tan fundamentales como los derechos de este colectivo, el fomento del empleo autónomo y su protección social. Se trata de un marco jurídico único en Europa que, buscando la equiparación efectiva del trabajo autónomo y el trabajo por cuenta ajena, abría el camino para que en su desarrollo normativo pudieran igualarse ambos en cuanto a protección laboral y, más concretamente, en un aspecto tan importante como es la protección por desempleo.

Todo este gran impulso legislativo estaba fundamentado en el reconocimiento a la actitud emprendedora del colectivo autónomo y a su capital contribución a la sociedad. El impacto de la crisis económica, que ha afectado con igual dureza tanto a los asalariados como a los autónomos –de manera muy particular en sectores como la construcción o el comercio-, hacía aún más necesario que esa protección social se concretara en una serie de requisitos y plazos. De este modo, y cuando el proyecto se convierta definitivamente en ley y como tal entre en vigor, los trabajadores por cuenta propia que hayan cotizado menos de 43 meses tendrán medio año de prestación, los que lo hayan hecho entre 43 y 48 meses, ocho meses, y quienes hayan cotizado más de 48 meses tendrán derecho a una prestación por desempleo de un año.

Casi cincuenta y tres mil autónomos almerienses, el veintiuno por ciento de los afiliados a la Seguridad Social en nuestra provincia, podrán beneficiarse de esta medida, y, aunque no se trata de una iniciativa coyuntural, no cabe duda de que supondrá un respiro para un colectivo que lo está pasando especialmente mal en estos momentos. El cierre de negocios ha sido una de las consecuencias más visibles de la crisis económica; se trata de pequeñas empresas, en unos casos creadas recientemente, en otros con una larga trayectoria a sus espaldas, detrás de las cuales hay siempre hombres y mujeres que emprendieron la aventura de trabajar por cuenta propia y que con esta futura ley podrán acogerse a una protección por desempleo si llegase la hora, siempre amarga, de tener que poner fin a su actividad.

Los socialistas no les hemos fallado a los autónomos, y, aunque no es ocasión para el reproche político, resulta inevitable al menos mencionar que los gobiernos del PP no dieron un solo paso en su favor. Quedémonos con el dato edificante y esperanzador de que tanto en el Congreso como en el Senado el proyecto de ley ha sido aprobado por unanimidad, lo que viene a demostrar una vez más que es posible trabajar juntos: los ciudadanos lo saben, y esperan que ocurra con mucha más frecuencia.

lunes, 5 de julio de 2010

Consenso en torno a una gran caja andaluza


En las últimas semanas los medios de comunicación andaluces se han hecho eco de los movimientos para la concentración de cajas de ahorro con sede en Andalucía y fuera de nuestra Comunidad Autónoma.
Para la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas estas noticias carecen de interés, igual que otras que tienen que ver con la concentración de varias empresas privadas, pero la unión de varias cajas de ahorro va más allá que la de varias empresas que están fuera del ámbito público, pero no por tener hasta ahora representantes de los partidos políticos en los consejos de administración de dichas entidades financieras. A nadie se le escapa que cuanto mayor es el volumen de una empresa tiene más capacidad de generar empleo y de ampliar su capital.
En Andalucía, José Antonio Griñán ha apostado por lograr que las diferentes cajas andaluzas se unan en una sola gran caja de Andalucía en lugar de fusionarse con entidades de fuera de nuestras fronteras como se está planteando. El resto de partidos políticos con representación en el arco parlamentario se han sumado a la demanda expresada en este sentido por el presidente de la Junta de la Andalucía. Este consenso de todas las fuerzas políticas andaluzas en defensa de una entidad financiera fuerte y amplia para Andalucía se debe a que todos los partidos defienden que el sistema financiero andaluz salga fortalecido del actual proceso de reestructuración, algo que sólo sería posible con la creación de una gran caja andaluza, con plena capacidad para seguir prestando sus servicios de forma eficiente a nuestra economía.
Además desde el Gobierno andaluz se está trabajando también con los sindicatos para sumar esfuerzos y alcanzar consensos en torno a una gran caja para nuestra Comunidad. 
Si las actuales cajas de ahorro con sede fiscal en Andalucía se unen con entidades externas y fijan fuera de nuestra comunidad su domicilio legal nuestra Comunidad va a perder fuerza financiera, vamos a perder la complicidad de estas entidades para impulsar el desarrollo de nuestra tierra en cuanto a infraestructuras y apoyo a sectores estratégicos, y vamos a perder ingresos de la recaudación que las Comunidades hacen mediante tributos a las entidades financieras, entre otros aspectos.
Lo importante no es ahora quién controle una entidad financiera, lo importante es que haya una entidad que mantenga su vinculación con Andalucía.
En el propio Estatuto de Autonomía de Andalucía se recoge que nuestra Comunidad debe contar con una gran caja andaluza que nos apoye en el crecimiento social y económico de nuestra tierra.
También hay que tener en cuenta que una gran caja andaluza puede convertirse en un instrumento positivo para fortalecer a Andalucía en su proceso de recuperación económica facilitando el crédito a las personas y a las familias andaluzas.
Con una entidad financiera andaluza fuerte podremos salir fortalecidos de la situación de crisis posicionándose entre las primeras entidades de crédito del ránking nacional. No podemos olvidar que Andalucía es la Comunidad autónoma más grande y con más población de España.
Las señas de identidad de las cajas son su vinculación al territorio y su orientación social. La rentabilidad de una caja de ahorro podrá mejorarse con la fusión, tanto para las entidades hoy más rentables como para las que lo son menos.
Los andaluces y andaluzas merecen tener una caja fuerte, comprometida con nuestra actividad económica y con nuestra tierra, que ayude a nuestro desarrollo y que nos represente frente al resto del sistema financiero andaluz haciendo honor a lo que somos y a lo que aspiramos

domingo, 4 de julio de 2010

UN FRUCTÍFERO SEMESTRE EUROPEO


Finalizado el primer semestre del año, es tiempo de hacer un primer balance de lo que ha supuesto la presidencia española de la Unión Europea, balance que, por cierto, nunca ha sido tan complicado de definir, pues, como algún analista ha puesto de manifiesto, no existen precedentes de una presidencia rotatoria como la que ha tenido que desempeñar nuestro país. En primer lugar, estaba el objetivo prioritario de consolidar las nuevas instituciones europeas surgidas del Tratado de Lisboa, lo que suponía un escenario de máxima coordinación y la renuncia a intentar acumular un protagonismo que habría constituido una inaceptable deslealtad institucional. En segundo lugar, la extraordinaria importancia de las medidas conjuntas adoptadas para superar la crisis económica que sufre Europa obliga a demorar la evaluación de su impacto y, por tanto, no es posible hoy por hoy sino enunciarlas.

Desde luego, quienes hayan prestado atención a la caricatura que de esta presidencia han hecho, dentro de nuestro propio país, los detractores del presidente Zapatero, en un intento más bien mezquino de evitar que la ocasión pudiera reforzar la imagen del Gobierno socialista, no podrán entender las muestras de satisfacción de aquellos que no están encadenados a una permanente estrategia electoralista. Pero lo cierto es que durante este difícil semestre, donde se ha tenido que hacer frente a situaciones inéditas, la UE ha dado pasos verdaderamente históricos en defensa de su moneda única y de la economía de todos sus socios: el apoyo financiero a Grecia, la creación de un Mecanismo Europeo de Estabilización, el acuerdo para que los Estados miembros –todos ellos- aceleren los procesos para reducir su déficit o la aprobación de una tasa a los bancos con el fin de que el sistema financiero asuma una parte de los costes de la crisis han sido respuestas nuevas a una nueva e imprevisible realidad.

También en materia jurídica y diplomática se han dado grandes pasos: medidas propuestas por España, como la creación de un Observatorio europeo contra la violencia de género o la implantación de un teléfono, común en toda la Unión, de ayuda a las mujeres víctimas de maltrato obtuvieron un respaldo unánime de los países miembros. Igualmente, ha sido en este semestre cuando ha salido adelante la iniciativa legislativa popular, instrumento de participación mediante el cual la firma de un millón de ciudadanos europeos hará posible la propuesta de leyes, y también cuando se ha puesto en marcha el Servicio Europeo de Acción Exterior, es decir, un auténtico cuerpo diplomático de la UE y una nueva forma de entender la política exterior europea.

De puertas para adentro, el PP ha tratado de ningunear el papel jugado por el Gobierno de España durante su presidencia europea, sin importarle que con su actitud estuviera perjudicando la imagen de nuestro país.  En el Parlamento Europeo, sin embargo, un eurodiputado popular, Pablo Zalba, corregía al alza la calificación de “satisfactoria” que el propio Zapatero le había puesto a la presidencia de turno de la UE: a su juicio, y en lo que se refiere a las relaciones comerciales internacionales, la labor de la presidencia rotatoria ha sido más que satisfactoria. ¿Acaso daña este reconocimiento las expectativas electorales de la derecha? Yo no creo en ese tipo de planteamientos: me limito a constatar que, en cualquier caso, no daña los intereses de España, y eso ya es, tratándose del PP, un hecho digno de mención.