Todos los ciudadanos y ciudadanas
españoles aspiramos a que nuestro país ofrezca la mejor educación posible, tanto
pública como privada. No hay discusión acerca de este asunto, por ello todos los
partidos políticos debemos hacer un esfuerzo por satisfacer esta demanda social.
Lo que también es claro es que la forma
de alcanzar este tipo de educación ideal difiere de unos partidos a otros.
Así por ejemplo, en los últimos días, el PP nacional ha lanzado a los medios de
comunicación una propuesta educativa al margen del trabajo de consenso que está
realizando el Gobierno de España en busca de un Pacto por la
Educación.
Este gesto del PP pone en evidencia su
forma de proceder tanto en España, como en Andalucía y Almería: demandan un
pacto por una cuestión pero son quienes se salen de las vías de negociación
abiertas por el partido al frente de la administración competente.
Para alcanzar un acuerdo es necesario
el diálogo, poner propuestas concretas sobre la mesa por parte de los
interesados en llegar al acuerdo y ser flexibles en determinadas propuestas.
Nunca se ha resuelto una negociación sin que haya concesiones por todas las
partes que buscan el acuerdo.
Pese a todo, al Partido Popular
nacional no le ha importado, en plena negociación de un pacto por la educación,
lanzar una especie de programa electoral en educación a los medios, que
pretende, por ejemplo, mejorar la formación académica de los alumnos y alumnas
con iniciativas tan brillantes como reducir un año la ESO y ampliar un año el
Bachillerato, o lo que es lo mismo, que los estudiantes puedan abandonar sus
estudios un año antes, al reducirse el periodo educativo
obligatorio.
En educación hay que luchar por la
igualdad de oportunidades y por mantener los logros que hemos conquistado, como
ha sido la ampliación de la educación obligatoria hasta los 16
años.
Además nuestro sistema educativo
necesita que aprendamos de los errores del pasado y que los evitemos. Por ello,
desde el Gobierno de España se ha impulsado la negociación en materia educativa
de los dos grandes partidos, la comunidad educativa y las Comunidades Autónomas
con competencia en esta materia, con el fin de alcanzar un acuerdo en principios
básicos, que no cambien cada cuatro años, que de estabilidad a nuestro sistema
educativo, que mejore el rendimiento y que frene el abandono
escolar.
Anteponer los intereses políticos y
electoralistas a los intereses del conjunto de la sociedad española es un
ejercicio de irresponsabilidad más por parte del Partido
Popular.
El PSOE siempre ha confiado en el
acuerdo y ha trabajado por alcanzarlo; la educación no es una excepción. El 27
de enero es la fecha límite que se ha marcado el Ministerio de Educación para
valorar las posturas e incluirlas en el rediseño del sistema educativo de
España. Confiamos en que para entonces el Partido Popular haya recapacitado y se
sume así al Pacto por la Educación que todos los españoles queremos.