Las fechas son propicias, así que
imagino que más de uno y más de dos lectores de esta columna estarán inaugurando
el año pertrechados con una larga lista de propósitos para los meses venideros.
El que firma estas líneas también la ha redactado mentalmente, y se prepara para
ponerlas en práctica a la vuelta de un par de días. Tres a lo sumo.
Lo malo de estas cruzadas por una vida
nueva es que más de una vez se quedan en agua de borrajas, casi siempre cuando
los planes son demasiado ambiciosos y se han improvisado durante las campanadas.
Afortunadamente, con los proyectos políticos para el nuevo año no ocurre lo
mismo: en éstos, los socialistas sí llevamos tiempo trabajando.
A partir del 7 de enero arranca una
apretada agenda para hacer realidad todo lo prometido. Como podrán adivinar
después de haber atravesado 2009, iniciar el camino de la recuperación económica
será nuestro principal objetivo.
Para ello se han aprobado unos Presupuestos
Generales del Estado que sólo se pueden calificar de equilibrados: no sólo
permitirán la mejora de la economía, al mantener el ritmo inversor, sino que
también protegerán a los que más están sufriendo la crisis, mediante la
aplicación de políticas sociales. Con estos presupuestos queremos recuperar la
estabilidad presupuestaria, pero también abrir camino a un modelo productivo más
sostenible y duradero.
Nadie, a estas alturas, creo que tenga
dudas de que ese cambio de modelo es necesario, y el PSOE va a poner toda la
carne en el asador para conseguirlo. Lo haremos desde todos los ámbitos.
A nivel
provincial, recientemente hemos pedido la redacción de un plan económico que,
con el nombre ‘Almería Sostenible’, marque el cambio de nuestra economía. El
plan tiene como referentes el proyecto ‘Andalucía Sostenible’ y la Ley de
Economía Sostenible del Gobierno de España.
A nivel internacional, durante los seis meses en
que España presidirá la Unión Europea, el Gobierno liderará una política que
ayude a salir de la crisis cuanto antes y abordar ese modelo productivo
sostenible en el que creemos. Será también una presidencia basada en la
innovación y la igualdad, que se han convertido en señas de identidad de nuestro
país.
Al margen de estas cuestiones de
conjunto, el año nuevo vendrá también con mejoras muy concretas para amplios
sectores de la sociedad. Es el caso de los autónomos, que podrán percibir una
prestación cuando tengan que cesar involuntariamente la actividad, o los
pensionistas, que por sexto año consecutivo verán cómo sube su
pensión.
En los próximos meses se irán viendo
las consecuencias de todo el trabajo que está haciendo el Gobierno para hacer
frente a la crisis. Mientras, no me queda más que desearles suerte con su lista
de propósitos. Y voluntad, que todo lo puede.
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