Avanza el mes de septiembre y con él llega un momento especialmente ilusionante para quienes tenemos la responsabilidad de concretar el modo en que las necesidades sociales se van a convertir en realidades. Comienza un nuevo curso político, y con él llegan nuevos retos que van a recibir nuestra dedicación en los próximos meses.
En la provincia de Almería, el curso político que ahora arranca viene marcado por dos grandes objetivos: de un lado garantizar la protección social, manteniendo las políticas sociales en materia de pensiones mínimas, prestaciones por desempleo y dependencia; y por otro, conseguir nuevos avances en materia de infraestructuras, dando pasos definitivos para la consecución de obras imprescindibles para la provincia de Almería.
En línea con la búsqueda del diálogo social que hemos defendido siempre, el Gobierno socialista de España está trabajando estos días para concretar con los sindicatos cuánto subirán las pensiones, y cuál será la evolución del salario mínimo interprofesional, así como las retribuciones salariales que van a percibir en 2010 los empleados públicos.
La política de contención del gasto público que es obligada en esta coyuntura económica va a llevar aparejada también una contención de los gastos, aunque garantizar la protección social seguirá siendo nuestra prioridad.
A partir de esta máxima, vamos a volcar todo nuestro esfuerzo en los próximos meses en asegurar la continuidad de la Ley de Dependencia. A día de hoy, son ya más de 29.500 los almerienses valorados como dependientes. A 15.300 de ellos ya se les ha concedido algún tipo de prestación, ya sea económica, en forma de ayuda a domicilio o para que reciban atención en unidades de estancias diurnas o residencias. Además, la Ley de la Dependencia ha permitido la creación de varios miles de puestos de trabajo: sólo en la provincia almeriense, hay a día de hoy casi 4.700 cuidadores dados de alta en la Seguridad Social. Estas cifras sitúan a Almería, en términos relativos, como una de las primeras provincias en la gestión de la Ley de Dependencia, pero pesar de ello seguiremos incidiendo en la necesidad de que los ayuntamientos colaboren en la parte de trabajo que les corresponde.
En la provincia de Almería, el curso político que ahora arranca viene marcado por dos grandes objetivos: de un lado garantizar la protección social, manteniendo las políticas sociales en materia de pensiones mínimas, prestaciones por desempleo y dependencia; y por otro, conseguir nuevos avances en materia de infraestructuras, dando pasos definitivos para la consecución de obras imprescindibles para la provincia de Almería.
En línea con la búsqueda del diálogo social que hemos defendido siempre, el Gobierno socialista de España está trabajando estos días para concretar con los sindicatos cuánto subirán las pensiones, y cuál será la evolución del salario mínimo interprofesional, así como las retribuciones salariales que van a percibir en 2010 los empleados públicos.
La política de contención del gasto público que es obligada en esta coyuntura económica va a llevar aparejada también una contención de los gastos, aunque garantizar la protección social seguirá siendo nuestra prioridad.
A partir de esta máxima, vamos a volcar todo nuestro esfuerzo en los próximos meses en asegurar la continuidad de la Ley de Dependencia. A día de hoy, son ya más de 29.500 los almerienses valorados como dependientes. A 15.300 de ellos ya se les ha concedido algún tipo de prestación, ya sea económica, en forma de ayuda a domicilio o para que reciban atención en unidades de estancias diurnas o residencias. Además, la Ley de la Dependencia ha permitido la creación de varios miles de puestos de trabajo: sólo en la provincia almeriense, hay a día de hoy casi 4.700 cuidadores dados de alta en la Seguridad Social. Estas cifras sitúan a Almería, en términos relativos, como una de las primeras provincias en la gestión de la Ley de Dependencia, pero pesar de ello seguiremos incidiendo en la necesidad de que los ayuntamientos colaboren en la parte de trabajo que les corresponde.
También sabemos que hay un gran trabajo por delante en materia de infraestructuras. En los próximos meses veremos volar por primera vez el avión entre Almería y Sevilla, una buena noticia que se sumará al otro gran avance de las comunicaciones aéreas que hemos tenido recientemente: la puesta en marcha de dos nuevas líneas con Madrid y Barcelona por parte de la empresa Ándalus con ayuda de la Consejería de Innovación. No sólo se han creado las líneas, sino que la buena aceptación que ha tenido la de Barcelona ha animado a la empresa a ampliar las frecuencias semanales de vuelo con la ciudad condal.
Durante este curso político, además, confiamos en que el soterramiento de las vías del tren reciba el impulso definitivo. En este sentido, es urgente que el Ayuntamiento se anime a dar el siguiente paso y dé por bueno el formato de sociedad propuesto por el Ministerio de Fomento. Esperamos que no se demore mucho más, sobre todo teniendo en cuenta que la propuesta la tienen sobre la mesa desde antes del verano. Por nuestra parte, estamos en condiciones de garantizar la buena voluntad tanto del Gobierno central como de la Junta de Andalucía para que este proyecto salga adelante.
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