La formación es, sin duda, uno de
los pilares del nuevo sistema productivo que va a sacar a España de la crisis y
será un modelo del que formen parte jóvenes más cualificados y preparados.
Ante la crisis económica actual,
los principales objetivos que el Gobierno socialista se ha puesto como meta son
proteger, apoyar, atender y hacer políticas para que ningún joven tenga que
salir del sistema educativo para echar una mano en casa. Los socialistas no
estamos dispuestos a dejar a nadie en la cuneta y menos a los estudiantes cuyas
familias tienen pocos recursos, nuestra prioridad son los ciudadanos sin que
prime nada por encima de esto.
Nuestro sistema educativo es
inclusivo, equitativo, quiere llegar a todos y a todas y tiene un reto gigante,
como es el de garantizar una formación que permita a los jóvenes tener un empleo
mejor, un empleo estable: y eso se consigue con la adaptación de las
cualificaciones al nuevo modelo productivo, más basado en la calidad y la
competitividad que el que nos ha llevado a la crisis.
Sin duda, también es importante modernizar nuestro
sistema educativo para que responda a los retos y posibilidades que ofrece el
siglo XXI. Hay que centrarse en medidas
para mejorar el rendimiento
escolar y la FP, y luchar así contra el fracaso y el abandono.
Es muy loable el esfuerzo y el
empeño por parte del Ministerio de Educación por alcanzar un gran pacto político
y social. Merece la pena dejar a un lado las diferencias y hay que escuchar las
opiniones, no sólo de los partidos políticos, sino también de las organizaciones
juveniles, de los estudiantes, del profesorado, de todos aquellos colectivos
implicados en la formación de las próximas generaciones.
Un pacto que esta semana ha
avanzado notablemente con el documento que el ministro de Educación, Ángel
Gabilondo, ha presentado a los consejeros autonómicos reunidos en la Conferencia
Sectorial de Educación. Este documento es un catalizador excelente para aunar
voluntades en algo que a toda la sociedad le importa y en lo que nos jugamos el
futuro.
El escrito contiene 12 objetivos y
137 acciones concretas que están claramente destinadas a mejorar el sistema
educativo y responder a los retos que tiene que tiene que asumir.
Es necesario un consenso de todas
las partes para poner en práctica el nuevo modelo educativo en el que trabaja el
Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Éste es el único camino para
poder cambiar el actual modelo económico y crear uno nuevo, cuyos pilares sean
los valores y la valentía, para que así predomine la igualdad de oportunidades,
la no discriminación, y la lucha contra la injusticia social.
Tenemos que aunar
voluntades para lograr una mayor calidad de la educación, mejorar el éxito
escolar y luchar contra el abandono prematuro, así como avanzar en medidas
modernizadoras como las nuevas tecnologías en el aula y el avance en el
aprendizaje de idiomas.
El Gobierno del PSOE tiene como
prioridad absoluta darle a la educación una enorme dimensión social mediante las
becas, la movilidad, la igualdad de oportunidades y los discursos inclusivos.
Para ello sólo hay un camino, que es del consenso y el acuerdo para buscar con
ahínco lo que nos es común, porque ni un ministro solo, ni un Gobierno solo, ni
nadie solo, logrará esta transformación, sino es toda la sociedad
unida.
Lograr un Pacto por
la Educación tiene una relación directa con dar respuestas al reto de cambio de
modelo de crecimiento económico y lograr bases más sostenibles de crecimiento en
el futuro.
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