El socialismo andaluz ha
escrito este fin de semana una de sus páginas más emotivas y vibrantes: una
larga etapa, definida por la cohesión, la modernidad y la credibilidad, ha dado
paso a otra que se proyecta hacia el futuro sobre la base de la energía y la
fortaleza acumuladas; un compañero, Manolo Chaves, le cedía el testigo del
liderazgo a otro, Pepe Griñán, tras dieciséis años de intenso y fructífero
trabajo en que el PSOE ha estrechado aún más los lazos que le vinculan al
corazón y al destino de Andalucía, y en tan significativo momento no faltó el
apoyo masivo de todo el socialismo español, del que el andaluz es piedra angular
y referente.
El Congreso Extraordinario de
marzo de 2010 supone, para el PSOE de Andalucía, un nuevo impulso en nuestra
larga trayectoria al servicio de los andaluces. Los socialistas somos quienes
más y mejor nos hemos identificado con las aspiraciones de libertad y progreso
de esta tierra. No se puede entender la enorme trasformación social y cultural
experimentada por Andalucía en los últimos treinta años sin admitir el
protagonismo político del PSOE, de ahí que algunos nieguen los avances, no los
perdonen ni los acepten y hayan enquistado su discurso político en el
resentimiento. La derecha no ha sabido nunca traducir fielmente los sentimientos
del pueblo andaluz, y aun se sorprenden de no recibir su respaldo en las
urnas.
Andalucía estaba obligada a
avanzar con pasos más largos que el resto de las Comunidades porque
debía superar un atraso mayor que el de cualquiera de ellas, y así lo ha hecho.
Modernidad e innovación son dos de las señas de identidad de la Andalucía de
hoy, y al mismo tiempo hemos abierto el camino a muchas políticas sociales que
luego se han extendido a buena parte del territorio nacional. Detrás de todo
ello ha estado y seguirá estando el PSOE-A. Ahora llega el momento de la
renovación, una renovación generacional que lo es también de nuestras ilusiones,
y que se produce en una coyuntura económica que, por su gravedad y por la
naturaleza de su origen, precisa de una mirada progresista, atenta a quienes más
al descubierto se quedan en tiempos de crisis.
José Antonio Griñán alcanza la
Secretaría General del PSOE-A con el apoyo de las ocho Ejecutivas provinciales y
de la Ejecutiva federal; también de quienes le han precedido en la Presidencia
de la Junta de Andalucía. Es un hombre de sólida cultura, caracterizado por la
moderación y la cercanía, que representa la esperanza frente al catastrofismo y
la resignación, las ideas frente a la descalificación. En el horizonte, las
elecciones municipales del 2011 y las generales y autonómicas del 2012, donde
los socialistas intentaremos que los andaluces vuelvan una vez más a otorgarnos
su confianza.
Somos plenamente conscientes de que la apreciación que los
ciudadanos tienen de la actividad política y de quienes la llevamos a cabo no
pasa por sus mejores momentos, por ello mismo los socialistas redoblaremos
nuestro esfuerzo para plantear soluciones a sus problemas, para que nos sientan
próximos, tan próximos como siempre hemos querido estar, implicados por completo
en sus aspiraciones y necesidades, porque no otra es la razón de ser de nuestro
partido.
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