Sin duda alguna, el Gobierno de Zapatero ha abordado este año uno de los más difíciles en cuanto a términos económicos se refiere, por lo que se ha tenido que intensificar más la acción política incluso adoptando más reformas que en algunas legislaturas completas.
Una política que se está caracterizando por ser reformista y realista con más de 180 medidas y grandes reformas en prácticamente todos los sectores productivos y en todos los ámbitos económicos con el fin de acelerar la recuperación económica y de mantener el Estado de Bienestar.
Por ello, el Gobierno socialista ha sometido a los stress-test al 95% del sistema financiero español, mientras que el resto de los países lo ha hecho al 50%.
Estos test son una prueba de resistencia a la que se han sometido a las entidades financieras europeas, para comprobar su capacidad de respuesta, ante escenarios económicos adversos que afectan a sus balances. Sirven, en definitiva, para medir la fortaleza del sistema financiero europeo.
Es la primera vez en la historia que se han publicado, de forma individualizada y se hace como consecuencia de una iniciativa liderada por España y que el presidente Zapatero propuso durante el Consejo Europeo del pasado 17 de junio instando a todos los países de la Unión Europea a que también lo hicieran.
Se han sometido a las pruebas 27 grandes bancos europeos y otras muchas entidades financieras de los países de la Unión Monetaria más las de algunos países que no están el euro, como entidades de Inglaterra o Suecia.
Esta iniciativa también surgió para acabar con cualquier duda suscitada por la situación actual y por la malintencionada oposición. De esta manera el Gobierno español decidió que se sometieran a las pruebas del stress-test un mayor número de entidades financieras españolas de lo que han hecho el resto de los países y también que aportaran datos adicionales sobre los comunes a todos, de forma que se pudiera trasladar la mayor transparencia posible a todos los ciudadanos.
De hecho España ha sido el único país donde no se ha intervenido ni ha quebrado ningún gran banco, a diferencia de lo que ha ocurrido en otros países .
Los satisfactorios resultados de las pruebas de estrés a las que nuestros bancos y cajas se han sometido nos permiten reconfirmar una vez más, con datos objetivos, que España es un país solvente y sus entidades financieras cuentan con el suficiente capital en las circunstancias actuales. Por lo tanto no puede haber espacio para la duda y la especulación.
23 de las 27 entidades financieras españolas evaluadas disponen de recursos suficientes para hacer frente incluso a los escenarios más adversos contemplados.
Y, eso demuestra que el Gobierno no tiene que habilitar ningún mecanismo extraordinario para el caso de un escenario en circunstancias económicas más adversas que las actuales, ni para cualquier otra eventualidad porque con los mecanismos que hay es más que suficiente.
Con el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria cualquier hipotética necesidad financiera que se plantee podría ser sobradamente cubierta.
A la hora de evaluar los resultados de los stress-test europeos no puede dejar de tenerse en cuenta que España ha hecho un voluntario esfuerzo adicional de la transparencia en estas pruebas, aportando más información y sobre más entidades bancarias que el resto de los países evaluados.
Está claro que a mayor nivel de transparencia hay más confianza y fiabilidad en los resultados. No es lo mismo someter a las pruebas al 95% de su sistema financiero, como ha hecho España, que al 50% como han hecho los demás.
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