lunes, 23 de agosto de 2010

POR LA LIBERTAD DE CONCIENCIA EN CUBA


Esta semana nuevos excarcelados cubanos  han llegado a España y han denunciado hostigamiento a la madre del disidente Orlando Zapata, muerto tras una huelga de hambre, y consideraron las excarcelaciones un medio del régimen cubano para aliviar la presión internacional.
Se elevara ya a 26 el número de opositores cubanos llegados a España desde el pasado 12 de julio, en el marco del compromiso del Gobierno cubano, tras la mediación de la Iglesia católica cubana, con el apoyo de España, de excarcelar en cuatro meses a 52 presos políticos. Estos disidentes en proceso de liberación son el resto de los 75 opositores condenados a penas de entre 6 y 28 años de cárcel en 2003 durante la llamada "primavera negra".
Por razones históricas que no escapan a nadie, América Latina ha sido siempre una prioridad estratégica para España, aunque los ocho años de gobierno del PP supusieron una excepción a esta regla de política exterior.

La llegada del PSOE al Gobierno de España tras las elecciones de 2004 supuso la recomposición de nuestras dañadas relaciones con toda Latinoamérica y también un cambio en la estrategia diplomática con respecto a Cuba: es evidente que la táctica de bloqueo a la que se sumó el PP no ha logrado llevar la Democracia a la isla ni ha mejorado en modo alguno la vida de los cubanos.  El PSOE ha apostado por un diálogo crítico y exigente, entendiendo que éste era el modo más eficaz de favorecer un proceso de transición democrática. También la UE lo ha hecho, y el propio Obama dio señales de apertura liberalizando en abril de 2009 la posibilidad de viajar a la isla y de enviar remesas de dinero y de determinados productos, todo ello con un mensaje que los socialistas españoles compartimos: el de apoyar el deseo del pueblo cubano de determinar su propio destino.

En este sentido, la muerte del preso de conciencia Orlando Zapata y el posterior hostigamiento a su madre suponen pasos atrás en el camino emprendido y cuestiona la situación de los derechos humanos en Cuba. De nuevo tenemos todos y todas que pedir la liberación de los presos de conciencia cubanos y condenar las limitaciones a las libertades públicas –también a la libertad para disentir- en cualquier parte del mundo.

No existe una única disidencia cubana, hay también una disidencia socialdemócrata, víctima igualmente de las restricciones en materia de libertad de conciencia, cuyos activistas siguen defendiendo, pese a todo la actual disposición al diálogo que mantienen el Gobierno español y la UE.

Y entre tanto debemos mantener la ayuda a Cuba. La Junta de Andalucía ha financiado estos tres últimos años veintitrés proyectos de cooperación directa, ejecutados por la propia Administración autonómica, y otros doce proyectos de varias ONG. Se ha facilitado, por ejemplo, el abastecimiento de agua potable a un municipio cubano de veintisiete mil habitantes y se reconstruyeron cinco mil viviendas en la zona de Pinar del Río, arrasada por los huracanes Ike y Gustav. Y el Gobierno de España, entre otras cosas, está haciendo posible la liberación poco a poco de los 75 opositores cubanos condenados a durante la "primavera negra”. Los cubanos nos necesitan, vamos a seguir ayudándoles.

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