Gobernar con eficacia consiste
en aplicar a cada circunstancia la estrategia más adecuada para la consecución
de un objetivo, y hay ocasiones, como la que atravesamos, en que a lo largo de
una sola legislatura las circunstancias cambian sustancialmente y, por tanto, la
estrategia ha de ir necesariamente ajustándose a ellas. Es desde esta
perspectiva desde la que hay que analizar la reestructuración del Ejecutivo
andaluz: una vez superada la fase más dura de la crisis económica, el Presidente
de la Junta de Andalucía ha entendido que era el momento de consolidar los pasos
que habremos de dar en el camino hacia la recuperación con un Gobierno más
reducido en cuanto a número de Consejerías pero de diseño más potente, con las
áreas económicas reforzadas y manteniendo como columna vertebral la educación y
la igualdad.
No hay que olvidar tampoco que
cada Gobierno recibe el mandato de aplicar un determinado programa político. No
otra cosa se dirime en unas elecciones: qué acciones políticas prefieren los
ciudadanos que se apliquen. En el caso de Andalucía, los andaluces y andaluzas
volvieron a elegir hace dos años la propuesta de progreso plateada por el
Partido Socialista, y con ella unos objetivos de marcado signo social que han de
ser alcanzados.
El Presidente José Antonio
Griñán, pues, y ante la evidencia de que los últimos datos económicos que se van
conociendo permiten razonablemente pensar que hemos entrado en una fase más
atenuada de la crisis, ha introducido en su Gabinete cambios importantes,
cambios que lo son de áreas, y no de personas. Esta nueva fase de la crisis
requiere una proyección política que impulse definitivamente la economía hacia
un nuevo modelo productivo, y reducir de quince a trece el número de
Consejerías, unificar Economía e Innovación o Hacienda y Administración Pública,
son algunas de las claves, ya conocidas, de un Gobierno austero, valiente y
ambicioso, en el que, además, Almería ha quedado magníficamente
representada.
En este punto -sobre el que
tanto se ha dicho y escrito en los medios locales, por cierto-, es oportuno
señalar que el Presidente Griñán ha diseñado un equipo pensando en el conjunto
de Andalucía, y no en cada una de las provincias. Aún así, un almeriense, Manuel
Recio, con una gran formación y dilatada experiencia, ha asumido la importante
responsabilidad de dirigir la Consejería de Empleo, siendo precisamente la
creación de empleo el objetivo prioritario en el que se concentra todo el
esfuerzo del Gobierno andaluz. A favor de este objetivo fundamental y de la
acción de Manuel Recio como consejero juega la aplicación del VII Acuerdo de
Concertación Social, el cual garantiza que la paz social marcará ese camino
hacia la recuperación económica, y también de las ciento cuarenta y seis medidas
integradas en el proyecto “Andalucía Sostenible” para avanzar en un nuevo modelo
de crecimiento más justo, viable y competitivo.
2 comentarios:
¿Pero lo importante no era Agricultura? ¿No quedamos luego en que lo importante era Innovación? ¿Ahora resulta que lo importante es Empleo?
¿Recio almeriense? Pero si son más almeriense la mitad de los inmigrantes que se expulsan cada día de esta provincia.
Todos los Consejeros son de Almeria porque todos trabajan para nuestra provincia. Asi como todas y cada una de las Consejerías son importantes porque cada una de ellas hace una labor especifica. Saludos.
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