Preparar a
los desempleados y desempleadas para su incorporación, por primera vez o para
su vuelta, al mercado laboral requiere de acciones concretas. La formación es fundamental
para estos parados.
El Gobierno
de España ha aprobado, tan sólo 16 días después de la firma del Acuerdo
Económico y Social con los sindicatos y empresarios, la reforma de las
Políticas Activas de Empleo, con medidas para mejorar la empleabilidad.
Entre los
programas que el Ejecutiva acaba de poner en marcha está el de la transición a
la contratación estable de desempleados. Cuenta con hasta 12 meses de reducción
del 100% en las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social y va dirigido
a jóvenes de hasta 30 años y parados de larga duración.
Este
programa va a conllevar una disminución de los ingresos inicialmente previstos
a la Tesorerías General de la Seguridad Social de 23,5 millones al mes por cada
10.000 contratos celebrados, lo que demuestra que el Gobierno de Zapatero,
antepone la creación de empleo al aumento de los ingresos de las arcas
públicas. Esta iniciativa está limitada temporalmente a 12 meses.
Otro de los
programas creados específicamente para la recualificación de desempleados, en
este caso, que han agotado sus prestaciones, es el conocido plan de formación
con el que los beneficiarios obtienen 400 euros si carecen de otras rentas y
prestaciones y si están dispuestos a formarse en sectores emergentes de la
economía y seguir un itinerario personalizado con los promotores de empleo.
También se
ha puesto en marcha un tercer programa, más genérico, de acciones combinadas de
orientación y formación para el empleo, destinado a personas desempleadas con
baja cualificación, ya sean jóvenes, desempleados de larga duración mayores de
45 años, personas procedentes del sector de la construcción, y otros afectados
por la crisis.
Y el cuarto
programa recientemente implementado por el Ejecutivo contempla acciones
combinadas de orientación y formación, pero tiene vigencia sólo durante 2011 y
está dirigido a todos los parados. A estos se les ofrecen plazas en planes de
formación dirigidos prioritariamente a personas ocupadas. En concreto, en
relación al total de personas beneficiarias de estos planes, entre el 30 y 40%
serán desempleados.
La reforma
de las políticas activas de empleo que el Gobierno de España acaba de aprobar
es algo que está transferido a las Comunidades Autónomas. En Andalucía el Plan
Proyecta, con 510 millones de inversión, concreta estas actuaciones.
El Plan
Proyecta se divide en otros tres planes, cada uno de ellos dirigido a responder
a un tipo concreto de desempleado: el Plan Motiva, con una inversión de 381
millones de euros está dirigido a desempleados jóvenes; el Plan 45 Plus, con
104 millones de inversión a parados andaluces mayores de 45 años; y el Plan
Contrata, dotado con 25 millones, incentiva la contratación de las personas que
hayan participado en alguno de los anteriores.
La gestión
de las administraciones socialistas está centrada al máximo en la creación de
empleo y en ayudar a los desempleados a incorporarse al mercado laboral. El
Acuerdo Económico y Social en España y la concertación social en Andalucía dan
buena muestra de ello, igual que la aprobación de planes concretos para que las
personas en paro encuentren empleo y para que las empresas puedan contratar a
trabajadores y trabajadoras con menor carga fiscal.
Eso es lo
que el PSOE ofrece a los ciudadanos y ciudadanas frente a los recortes en
inversiones públicas, la privatización de servicios públicos, la nula
colaboración institucional y el inmovilismo ante el desempleo que ofrecen los
Gobiernos Autonómicos y locales del PP.
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