“¿Por qué no te
callas?” fue la pregunta retórica y exhortación que el Rey de España, Juan
Carlos I, hizo al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en el seno de la XVII
Cumbre Iberoamericana. ¿Alguien recuerda cuál fue el origen de esta comentada y
conocida frase del monarca español? Yo sí. Hugo Chávez estaba aprovechando esta
Cumbre Iberoamericana para arremeter contra el ex presidente de España, José
María Aznar.
José Luis Rodríguez Zapatero, presidente de
España y antes contrincante político de
Aznar, estaba llamando al orden a Chávez, pidiéndole que se centrara en
las cuestiones que interesaban a la Cumbre Iberoamericana, mientras el
presidente de Venezuela arremetía contra José María Aznar. Ante la falta de
razonamiento de Chávez y su insistencia en las críticas a Aznar la paciencia
del rey de España se colmó y le invitó a cerrar la boca.
La visita pública
de José María Aznar a Melilla, prodigándose en los medios de comunicación como
el salvador de los ciudadanos y ciudadanas melillenses, me ha traído a la
memoria el famoso “¿por qué no te callas?” y no sólo porque alguien debería
también habérselo dicho al ex presidente.
Las diferentes
formas de actuar públicamente de Zapatero y el Rey por un lado, y de Aznar por
otro, son buena muestra de cómo entiende cada uno la lealtad institucional, el
respeto a los demás y juego limpio en política, el sentido del Estado: Zapatero
y el Rey defienden al que fue Presidente de España frente al Presidente actual
de Venezuela, sin importar las repercusiones diplomáticas que este acto
conllevara y que, por cierto, después se tuvieron que solventar; por su parte,
José María Aznar aprovecha las tensiones políticas con el país de Marruecos
para darse un baño de multitudes en Melilla, hacer declaraciones públicas a los
medios comunicación y alimentar la tensión entre el reino alauita y España.
Aznar puede ir
cuando quiera a cualquier parte de forma privada, eso nadie lo cuestiona, pero
no debe hacer una visita pública si esta tiene repercusiones en la gestión del
Gobierno de España, ya que esto supone interferir en el trabajo del Ejecutivo y
ocupar un papel que no le corresponde cuando se lo han quitado los ciudadanos y
ciudadanas de España con su voto en las urnas.
El Partido Popular
en lugar de opinar sobre los candidatos o los procesos internos del PSOE, como
las primarias en la Comunidad de Madrid, debería hacer un ejercicio de
reflexión interna sobre el liderazgo de Rajoy y el escaso respeto al mismo que
demuestra Aznar, como se ha hecho patente, una vez más, con esta visita a
Melilla sin contar con la dirección de su partido y con la que además ha forzado
una precipitada visita de Rajoy también a Melilla para tratar de `no ser menos
que Aznar` ante la opinión pública.
De nuevo, quiero
volver a pedir al Partido Popular que atienda a la razón, al sentido común y a
lo que necesitan realmente los ciudadanos y ciudadanas españoles, que no es
otra cosa que un partido en la oposición leal y serio, que trabaje por el
interés general y no por el rédito electoral, un partido que arrime el hombro
para solucionar problemas y no un partido que los cree y los alimente.
La política de
asuntos exteriores de Aznar nos llevó a la guerra de Irak y a la foto de las
Azores, una imagen en la que Aznar es el único de los tres ex Presidentes de
Gobierno que aparecen que sigue interfiriendo la política exterior de su país y
poniéndonos en evidencia con ello a todos los españoles.
2 comentarios:
Hola Diego! y perdóname que te tutee.
Enhorabuena por el artículo, por el blog y por tu trabajo profesional. Desde siempre te ha gustado esto de la política como medio de servicio al ciudadano.
Desde que eras un jovenzuelo de 28 años que yo recuerde no?
Te acuerdas de pamplona?
Un saludo y un abrazo de un donostiarra ex-compañero llamado IÑAKI
IÑAKI,compañero,mándame tu número de teléfono a dediegoasensio@gmail.com, te llamo y recordamos viejos tiempos.Pamplona no se olvida.Un abrazo.
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