Casi oculto por el ruido y la furia con que
algunos se han empeñado en asfixiar todos los ámbitos de la política, existe la
evidencia de que en las próximas elecciones municipales del 22 de mayo nos
jugamos el futuro de nuestros pueblos y ciudades, nos jugamos el mantenimiento
de la cohesión social y la igualdad de oportunidades como elemento fundamental
para el progreso. Eso es ahora lo fundamental: que frente a quienes aspiran a
regresar a un modelo especulativo de economía local, que genera un cierto tipo
de riqueza a muy corto plazo pero que, como se ha visto, resulta absolutamente
quebradizo, existe un modelo sostenible de municipio, que es el que propugnamos
los socialistas, que está tan atento al hoy como al mañana, tan preocupado por
nuestra propia generación como por las venideras; de ahí, por ejemplo, que
vayamos a insistir tanto en medidas para garantizar el aire limpio en nuestras
ciudades.
Es hora de hablar de igualdad. Nos jugamos
el mantenimiento de la cohesión social y la igualdad de oportunidades como
elemento fundamental para el progreso de nuestros municipios. Y frente a
quienes sólo pueden aportar buenos propósitos nunca cumplidos, es más que
evidente que en este terreno la cuenta de resultados arroja un saldo
notablemente favorable al Partido Socialista: todo lo que significa un compromiso con la
igualdad lleva la firma de un gobernante socialista, ya sea Felipe González o
José Luis Rodríguez Zapatero, desde la ley que estableció la sanidad universal,
a la ley del derecho a la educación o la ley de igualdad. Ésa es nuestra seña
de identidad de cara también al ámbito local.
Es hora de hablar de empleo en nuestros
municipios, de emprendedores y de cambio de modelo productivo. El PSOE quiere
hacer de los ayuntamientos piezas esenciales al servicio de la recuperación
económica y la creación de empleo, y se presenta, tanto desde el Gobierno
nacional como desde el autonómico, como el gran aliado de éstos: ahí está, de
un lado, la creación de los Fondos Estatales de Inversión Local (el Plan E),
que ha supuesto una inversión de 13.000 millones de euros, la mayor que un
Gobierno haya destinado a los Ayuntamientos en la historia de la democracia
local. Estos Fondos han permitido crear más de 700.000 empleos y mantener la
actividad de más de 37.000 empresas, y con ellos los ayuntamientos han podido
peatonalizar más calles, construir nuevos equipamientos públicos y espacios
verdes, aumentar el número de centros sociales, bibliotecas, escuelas
infantiles, centros de día y de atención a la dependencia. Ahí está igualmente
el Programa de Transición al Empleo de la Junta de Andalucía (PROTEJA), una
iniciativa única entre todas las comunidades españolas, que, gracias a una
fuerte inversión económica, ha generado o mantenido decenas de miles de puestos
de trabajo en obras que desarrollan los municipios.
Es hora, también, de hacer efectivo el
compromiso con el impulso del municipalismo, de avanzar en la segunda
descentralización , la de lo local, y hora de recordar que el municipio es el
espacio de convivencia de la gente y el punto de partida de las acciones que
llevamos a cabo los socialistas, el espacio donde el político participa con el
resto de ciudadanos -con sus vecinos, en definitiva- en la construcción de lo
público. Y en esa distancia corta los socialistas entendemos mejor que nadie a
la gente, sin populismo: todo cercanía, complicidad, comprensión, capacidad de
diálogo entre iguales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario