El mes que transcurre está siendo de los más
productivos que recuerdo en lo que a infraestructuras para la provincia se
refiere. Los almerienses hemos asistido en menos de treinta días al inicio de
las obras del mayor túnel ferroviario de toda Andalucía, que estará en nuestra
provincia y permitirá que el tren de alta velocidad con Murcia atraviese Sierra
Cabrera. El ministro de Fomento quiso estar presente en el momento emblemático
de la puesta en marcha de la tuneladora y sólo unos días más tarde el número
dos de su ministerio, Víctor Morlán, regresó a tierras almerienses para firmar
la constitución de la sociedad Almería Alta Velocidad, que está integrada por
el Gobierno central, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de la capital y
que se encargará de gestionar el soterramiento de las vías del tren a su paso
por la ciudad de Almería.
Cuando aún tenemos reciente el anuncio de los
recortes en infraestructuras del Ministerio de Fomento, que no han dejado en
Almería ningún contrato rescindido porque en Madrid son conscientes de la
importancia de las infraestructuras en nuestra tierra, es hora de que volvamos
a felicitarnos por el nuevo paso adelante que se dará esta semana. Me estoy
refiriendo a la presentación del estudio informativo para el soterramiento de
las vías del tren, del que ya conocimos un avance hace aproximadamente un año y
que en breve se dará a conocer a la luz pública en su integridad.
Conocer este estudio nos permitirá, básicamente,
dos cosas. La primera de ellas tiene que ver con la apertura del plazo de
alegaciones al proyecto. Todos aquellos que tengan algo que decir sobre el
diseño del soterramiento –desde las administraciones hasta las empresas, pasando
por asociaciones y ciudadanos– van a poder comunicar sus ideas a la
administración, que las estudiará con detenimiento. Es cierto que del número de
alegaciones que se presenten al proyecto dependerá que se tarde más o menos en
dar el siguiente paso, y todos estamos de acuerdo en que queremos el
soterramiento lo antes posible, pero lo que no podemos hacer es prescindir del
derecho de cualquier ciudadano a pronunciarse sobre una obra que cambiará la
fisonomía de la ciudad.
La posibilidad de que la sociedad se implique en
el diseño del soterramiento es la primera buena noticia que tendremos con la
publicación del estudio informativo. Pero no lo es menos la oportunidad de que
los almerienses conozcamos al detalle el modelo de soterramiento elegido, que
nos interesemos por él, que lo hagamos nuestro y que nos ilusionemos por esta
obra, que cambiará radicalmente nuestro paisaje urbano, probablemente hasta el
punto en que sólo lo consiguió en el pasado otra obra faraónica, el
encauzamiento de la Rambla.
La nueva ciudad que saldrá del soterramiento será
más accesible y mucho más vistosa. Entre el puente de la avenida del
Mediterráneo y el puente, rojo de la Estación, no existe a día de hoy ninguna
vía que nos permita sortear las vías del tren. Cuando tengamos el
soterramiento, habrá pasos peatonales en superficie, que permitirán que, de una
vez por todas, la ciudad de Almería se abra al mar. Desde la carretera de
Ronda, el acceso a la playa urbana será rápido y fácil para todos.
Además, cambiaremos los muros blancos que hoy se
levantan a uno y otro lado de las vías por un paisaje mucho más atractivo: una
llanura interrumpida por modernas cúpulas, que permitirán la entrada al túnel
subterráneo de la luz y la ventilación necesarias.
Tras el soterramiento, Almería será una ciudad más
habitable, más cómoda y mucho más atractiva a ojos de propios y extraños. Por
eso es deseable que toda la sociedad se involucre en el proyecto y lo haga
suyo. Las tres administraciones que participan en la sociedad gestora ya han
dado un paso adelante, olvidando viejas rencillas y apostando por trabajar de
manera conjunta, gobierne quien gobierne en cada una de ellas. Ahora toca que
los ciudadanos se interesen y se ilusionen por un proyecto que es de todos.