Los andaluces y andaluzas escuchamos,
lamentablemente, comentarios de responsables públicos que desconocen lo que es
y lo que ha sido Andalucía.
Hablan del Plan de Empleo Rural (PER) insultando
a todos los ciudadanos que lo perciben o que lo han percibido alguna vez, y de
paso al resto de ciudadanos y ciudadanas de Andalucía, que ellos creen que
también vivimos de este Plan.
Tras esas declaraciones se esconde un
desprecio a todos y cada unos de los andaluces que son considerados como seres
sin inteligencia, que se venden al mejor postor.
Es imperdonable que personas que sólo han
conocido la vida en zonas en las que no ha faltado el empleo se refieran a los
andaluces como a seres subsidiados. A buen seguro estas personas se creen
mejores que los ciudadanos de Andalucía y se creen mejores gestores públicos que
los del Gobierno andaluz y extremeño. Pues no lo son, ni andaluces, ni extremeños,
ni nuestros Gobiernos hacemos valoraciones tan a la ligera, por ejemplo, de los
madrileños, o de las políticas de empleo del Gobierno de la Comunidad de
Madrid.
Desde el Grupo Socialista en el Parlamento andaluz,
conscientes del agravio que supone las críticas que se vienen haciendo por
parte de políticos del PP, y de otros grupos a los programas de empleo rural de
nuestra Comunidad se ha propuesto al resto de Grupos una Declaración
Institucional en Defensa de los Trabajadores y Trabajadoras del Campo andaluz.
El PP de Andalucía tímidamente, no por boca
de su máximo dirigente, parece a favor de la Declaración Institucional
socialista, aunque dice que “no comparte” los motivos que la justifican.
Lógico, para ellos sólo justifica el mantenimiento del PER no perder el voto de
quiénes lo están percibiendo. Si realmente creyeran que es un fondo que está
ayudando a equilibrar el medio rural andaluz y el urbano lo dirían alto y claro
a la sociedad y a sus compañeros de partido.
En Andalucía los planes de empleo agrícola
han permitido el desarrollo de nuestro medio rural y de una parte de la
población que cada vez es más reducida. El mundo agrario andaluz se ha
transformado a lo largo de los años. Nuestra provincia es un buen reflejo de
este avance. Sin embargo también en Almería existen zonas rurales donde se ha
continuado cultivando con técnicas que no permiten mantener el empleo durante
todo el año. Aquí sigue siendo necesario el PER para garantizar la protección
social de los trabajadores y trabajadoras de este sector.
No puede caer en el olvido que la población
de las zonas rurales de Andalucía se vio obligada a abandonar sus casas y salir
fuera de nuestra comunidad, e incluso de España, para buscar un trabajo con el
poder mantenerse.
Los programas de empleo rural han sido unos
de los factores que han frenado el éxodo de andaluces fuera de nuestra
Comunidad, y dentro de Andalucía, del campo a la ciudad. Gracias a ellos muchos
andaluces han podido ofrecer a sus hijos e hijas un futuro mejor, con más
oportunidades y más igualitario.
Utilizar la crisis económica para pedir que
el PER se elimine es hacer pagar la crisis a quienes más la padecen, a los que
no la han generado y a quienes tienen menos herramientas para encararla. Los
trabajadores eventuales agrarios tienen derecho a la protección social, ellos
también cotizan a la Seguridad Social como el resto de empleados.
El PSOE de Andalucía ha impulsado planes de
empleo agrarios para un sector que lo necesitaba y que sigue requiriendo este apoyo,
aunque cada vez menos.
Los socialistas vamos a seguir apostando
por el PER y por cualquier otro fondo necesario para lograr el equilibrio
territorial, la igualdad de oportunidades y la justicia social. Los socialistas
estamos con los trabajadores y trabajadoras del campo andaluz.