En su ansia por desprestigiar al Gobierno y
por generar mayor incertidumbre entre los ciudadanos con el único objetivo de
aumentar los efectos de la crisis, Mariano Rajoy ha realizado unas declaraciones
en las que mezcla la situación económica, los inmigrantes desempleados y los
andaluces que van a la vendimia que, a mi juicio, han sobrepasado el
límite.
Rajoy, asesorado y respaldado por Javier Arenas, mintió en relación a los andaluces que trabajan en la vendimia francesa y también se coló cuando cuestionó el hecho de que haya desempleados extranjeros cobrando el paro.
En primer lugar, creo necesario recordar que la mejor forma de integración es la que se basa en la igualdad de derechos y obligaciones de todos los ciudadanos que viven en España. Si nuestro país es tierra de acogida de inmigrantes es porque vienen buscando un futuro mejor y porque nuestro sistema productivo los necesita.
Rajoy, con sus declaraciones, no sólo cuestiona un derecho de todos los trabajadores, independientemente del país donde hayan nacido, sino que, además, actúa irresponsablemente ya que tales palabras pueden generar los recelos de la población de origen hacia el extranjero.
También es falso que el Gobierno socialista haya dado papeles para todos, como insiste permanentemente el PP. El Gobierno socialista llevó a cabo un proceso que vinculó la regularización del inmigrante que ya estaba en España a un contrato de trabajo, promoviendo una gestión de la inmigración ordenada y legal.
Quien regularizó a inmigrantes sin ningún tipo de documentación oficial fue el Gobierno del PP, y en Almería vivimos las impresionantes colas que se generaron en los alrededores de las oficinas de extranjería de la ciudad durante aquellos procesos.
Los inmigrantes no vienen a quitar el trabajo a los españoles, tal y como quiere dar a entender Mariano Rajoy, al contrario, los necesitamos y, de hecho, le recuerdo que los más de dos millones de extranjeros afiliados a la Seguridad Social contribuyen a pagar casi un millón de pensiones de todos los trabajadores.
Pero es que Mariano Rajoy también mintió cuando dijo que este año 20.000 andaluces, por la crisis, volvían a ir este año a la vendimia. En primer lugar, decirle al señor Rajoy que a la vendimia no sólo van andaluces, van también trabajadores de otras provincias y, en segundo lugar, que no son 20.000. Los datos reales son 12.000 (de ellos 8.800 andaluces).
Cuando Rajoy dice que “volvemos a tiempos pasados” en realidad lleva razón porque se refiere a los suyos: cuando él era vicepresidente del Gobierno en el año 2002 fueron a la vendimia 15.000 españoles, las cifras más altas registradas en España en los últimos siete años.
De modo que ya está bien de tratar de engañar a los ciudadanos con datos falsos. Es verdad que estamos en una situación económica muy delicada, que hay muchos ciudadanos que se han quedado sin empleo, pero hay que trabajar de forma rigurosa y responsable, con medidas que verdaderamente contribuyan a reactivar la economía, no con una ristra de mentiras e imprecisiones que lo único que aportan a esta situación es mayor incertidumbre y desconfianza.
Rajoy, asesorado y respaldado por Javier Arenas, mintió en relación a los andaluces que trabajan en la vendimia francesa y también se coló cuando cuestionó el hecho de que haya desempleados extranjeros cobrando el paro.
En primer lugar, creo necesario recordar que la mejor forma de integración es la que se basa en la igualdad de derechos y obligaciones de todos los ciudadanos que viven en España. Si nuestro país es tierra de acogida de inmigrantes es porque vienen buscando un futuro mejor y porque nuestro sistema productivo los necesita.
Rajoy, con sus declaraciones, no sólo cuestiona un derecho de todos los trabajadores, independientemente del país donde hayan nacido, sino que, además, actúa irresponsablemente ya que tales palabras pueden generar los recelos de la población de origen hacia el extranjero.
También es falso que el Gobierno socialista haya dado papeles para todos, como insiste permanentemente el PP. El Gobierno socialista llevó a cabo un proceso que vinculó la regularización del inmigrante que ya estaba en España a un contrato de trabajo, promoviendo una gestión de la inmigración ordenada y legal.
Quien regularizó a inmigrantes sin ningún tipo de documentación oficial fue el Gobierno del PP, y en Almería vivimos las impresionantes colas que se generaron en los alrededores de las oficinas de extranjería de la ciudad durante aquellos procesos.
Los inmigrantes no vienen a quitar el trabajo a los españoles, tal y como quiere dar a entender Mariano Rajoy, al contrario, los necesitamos y, de hecho, le recuerdo que los más de dos millones de extranjeros afiliados a la Seguridad Social contribuyen a pagar casi un millón de pensiones de todos los trabajadores.
Pero es que Mariano Rajoy también mintió cuando dijo que este año 20.000 andaluces, por la crisis, volvían a ir este año a la vendimia. En primer lugar, decirle al señor Rajoy que a la vendimia no sólo van andaluces, van también trabajadores de otras provincias y, en segundo lugar, que no son 20.000. Los datos reales son 12.000 (de ellos 8.800 andaluces).
Cuando Rajoy dice que “volvemos a tiempos pasados” en realidad lleva razón porque se refiere a los suyos: cuando él era vicepresidente del Gobierno en el año 2002 fueron a la vendimia 15.000 españoles, las cifras más altas registradas en España en los últimos siete años.
De modo que ya está bien de tratar de engañar a los ciudadanos con datos falsos. Es verdad que estamos en una situación económica muy delicada, que hay muchos ciudadanos que se han quedado sin empleo, pero hay que trabajar de forma rigurosa y responsable, con medidas que verdaderamente contribuyan a reactivar la economía, no con una ristra de mentiras e imprecisiones que lo único que aportan a esta situación es mayor incertidumbre y desconfianza.
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