lunes, 19 de abril de 2010

ALMERÍA Y EL GUADALQUIVIR

Probablemente este periódico de cuenta hoy en sus páginas de la concentración ciudadana, entre festiva e informativa, prevista para ayer domingo en la Cañada de Cañepla, una pedanía del municipio de María. Según reivindican sus convocantes, existen razones, avaladas geográfica e históricamente, para afirmar que en ese lugar, y en contra de lo que hemos tenido por cierto desde mediados del siglo XIII, tiene su nacimiento el río Guadalquivir y no el llamado Guadiana Menor. 

Se trata de una tesis que tal vez no sea conocida por la mayoría de los almerienses pero que viene de lejos y ha sido mantenida científicamente por muchos expertos e incluso aceptada en un libro publicado en 1977 por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Como hecho curioso, se cuenta que en julio de 1983 una expedición apoyada por la Junta de Andalucía y promovida por un ingeniero y espeleólogo, Vicente Torres, un catedrático de Bellas Artes, Ramiro Sanz, y un ex campeón de piragüismo, Rafael López, descendió el curso del Guadalquivir desde ese preciso punto de la comarca de los Vélez hasta su desembocadura en Sanlúcar de Barrameda, sin duda teniendo que echarse la piragua a los hombros en varios tramos. Este año, el recorrido inicial habría resultado más sencillo gracias a que las lluvias caídas han gozosamente devuelto el agua a todo el cauce. 

Los datos son los siguientes: en el pantano de Doña Aldonza, al sur de Úbeda, se encuentran el llamado alto Guadalquivir, nacido en la sierra de Cazorla, y el Guadiana Menor, al cual, desde su nacimiento en María, se le conoce sucesivamente por diversos nombres siendo el mismo río; éste último es unos sesenta kilómetros más largo que el primero (y he ahí uno de los principales criterios que se siguen a la hora de determinar cuál es el río principal y cuál el afluente) y atraviesa un área mucho más amplia y poblada, sometida a una intensa explotación agrícola, lo que reduciría su caudal en comparación con el alto Guadalquivir. 

Quienes defienden la tesis de un nacimiento del Betis romano en la comarca de los Vélez aportan también razones históricas: aseguran que, tal y como estaría acreditado documentalmente, hasta mediados del siglo XIII siempre se consideró que la cabecera del Guadalquivir, el árabe Wadi al-Kabir o Río Grande, estaba en las fuentes del llamado Guadiana Menor, en la provincia de Almería, y no en la sierra de Cazorla. Subrayan, asimismo, la relevancia de un Guadalquivir que conectara de Este a Oste todo el Sur de la península frente a un tramo, el que va de del pantano de Doña Aldonza a Cazorla, que nunca fue ruta hacia ningún sitio ni emplazamiento de tantas civilizaciones como las que dejaron su huella en la cuenca del Guadiana Menor.  

¿Consideraron los cristianos del siglo XIII que el nacimiento del Guadalquivir debía estar en una zona ya “reconquistada” en esa época y no al otro lado de las impenetrables fronteras que los separaban aún los reinos musulmanes? Ésa, es, en cualquier caso, la tesis de algunos historiadores y geógrafos. En mi opinión, se trata de una teoría sumamente interesante en la que sin duda se irá profundizando en los años venideros y a cuyo desarrollo deberíamos estar atentos todos los almerienses, pues no en vano hablamos de un río que es columna vertebral de Andalucía y de la posibilidad de sentirnos aún más vinculados a una historia común y milenaria a través de sus aguas, símbolo de fecundidad y de vida.

1 comentario:

Diego Asensio Martinez dijo...

Es muy triste el caso de la niña Mc Cann que mencionas, aunque el tema del que habla mi articulo sea otro completamente distinto.